Jorge Barata señaló que se reunió con presidente de la Confiep y otros empresarios para acordar aporte a Keiko Fujimori en 2011. (Composición)
Jorge Barata señaló que se reunió con presidente de la Confiep y otros empresarios para acordar aporte a Keiko Fujimori en 2011. (Composición)

- ¿Apoyan ustedes a algún candidato?– preguntó el periodista.

- Hemos apoyado a algunos candidatos, pero hemos preferido no hacerlo público– respondió el representante de la empresa.

Este pequeño diálogo no es ficticio.

Meses más tarde, se buscó en los registros de la ONPE y, en efecto, el nombre de esa empresa no aparecía. ¿Mintió el representante de la empresa? ¿Por qué lo haría si ni siquiera quiso decir el nombre del partido al cual supuestamente realizó dicho aporte? Nos quedó la duda: hay montones de plata que llegan a las organizaciones políticas sin fuente, de manera anónima. Se usan testaferros, a veces en serie, a veces de la guía telefónica, para poder meter esa plata en la campaña.

Ayer, tras las declaraciones de Jorge Barata, la Confiep emitió un comunicado con el título “Confiep no realiza aportes a ninguna candidatura política”. En el cuerpo del comunicado, Confiep dice que siempre “recibe aportes de empresas asociadas a los gremios que la conforman, y que en el año 2011 se recibieron diversas donaciones, entre ellas de Odebrecht”.

El presidente de Confiep, Roque Benavides, confirmó luego que esas donaciones sumaron más de US$2 millones y que se destinaron a una campaña contra Humala. Buena parte de ese dinero se utilizó después de la primera y antes de la segunda vuelta. Confiep, con el dinero de Odebrecht y otras empresas, contrató una empresa publicitaria para demoler al rival de Keiko. ¿Alguna parte de ese dinero –destinado eminente y exclusivamente para hacer política en contra de un candidato y a favor otro– está registrada en alguna parte? ¿Pasó por el banco, aunque sea un sol? ¿Se dio cuenta a la ONPE? ¿Cómo consignaron las ‘donaciones’ las empresas que aportaron para esa campaña?

Ser formal no es tan costoso si puedes salirte de la formalidad cada vez que te conviene. Barata entregando US$3 millones a Humala y poniendo US$300 mil y US$1.2 millones para Keiko. Pero el malo es Humala. De locos.