Jorge Barata
Jorge Barata

Marcelo Odebrecht fue condenado en Brasil a 20 años de cárcel. Por acogerse a la colaboración eficaz, la pena baja a la mitad: 10 años. Por beneficios y tiempo transcurrido, podría irse a su casa antes, quizás el otro año. Pero si se descubre que miente, va preso los 20 años. Su costo de oportunidad es altísimo y no tiene nada que perder si dice la verdad.

Aun sumando y restando interpretaciones y memorias humanas, selectivas y sesgadas, y fallas de comunicación, la confiabilidad de la información que ha llegado a nosotros por diversos medios es bastante alta. En 2011 –no sabemos antes– Odebrecht financió varias campañas, siempre aquellas de quienes iban adelante en las encuestas –y, por indicación de Lula, también la de Humala–.

El golpe es que Odebrecht asegura haber contratado los servicios de PPK como asesor económico (¿conferencista?) y desliza la posibilidad –dice que no está seguro, pero podría ser– de que el dinero con el que le pagó provino de la caja 2. PPK lo volvió a negar y, hasta ahora, es su palabra contra la de Odebrecht.

Todos los acusados dicen que Odebrecht miente. Pero Keiko, Alan, PPK, Castañeda, Toledo, Humala, independientemente de su situación actual, tienen algo que perder en el corto, mediano o largo plazo. Odebrecht, no.

Pero la piedra angular, la única capaz de poner todo en perspectiva, es Jorge Barata. Es el único que puede determinar a quién se le dio qué, en calidad de donaciones o de coima, cuánto y cómo fue que se realizaron esos pagos.

Barata sabe de dónde salía la plata y dónde se depositaba. Como sea, la ciudadanía no hará distingos, todos mordieron. Los convencidos seguirán siéndolo. Pero a menos que cante Barata, todo seguirá como siempre. Pero Keiko seguirá teniendo 72 congresistas.

TAGS RELACIONADOS