Luis Galarreta descartó resquebrajamiento de la bancada de Fuerza Popular. (Piko Tamashiro)
Luis Galarreta descartó resquebrajamiento de la bancada de Fuerza Popular. (Piko Tamashiro)

El congresista fujimorista Héctor Becerril aseguró, en su cuenta de Twitter, que nunca llamó a los representantes de los maestros mientras estos se encontraban negociando con el equipo conformado por el Minedu y congresistas de las demás bancadas para poner fin a la huelga.

Seguramente se refiere a que no los llamó mientras estaban sesionando, pero quizás sí durante la hora del almuerzo, porque las negociaciones no han durado tanto y el atasco que impidió que se levante la huelga se produjo de un día para otro con un preacuerdo firmado. Gracias, don Héctor, qué gran político es usted. Aunque quizás sea injusto atribuirle toda la responsabilidad dado que en su Bankada nadie toma café si antes no le dan permiso.

Llamaría la atención que un congresista fujimorista como Becerril, que vive acusando a todo el mundo de terrorista, ande en tratativas por debajo de la mesa con gente a la que hasta hace nada acusaba de pertenecer al Movadef o de ser filosenderistas. Y digo que llamaría la atención si no fuera porque, durante la última campaña, vimos a los fujis aliarse con radicales antiderechos y con madereros y mineros ilegales, con tal de sacarle alguna ventaja.

Lo que sí llama la atención es que no se hayan dado cuenta de que eso no alcanzó para ganar una elección y no alcanzará ahora para aprovechar la coyuntura y poner a la opinión pública de su lado. Si es así, Fuerza Popular tiene el mismo impedimento que presenta el Ejecutivo para leer e interpretar la realidad con precisión.

A sabiendas o no, le dan espacio al suspendido Kenji para aparecer como el congresista fujimorista ecuánime que tiende puentes y se pone del lado del país antes que de los intereses políticos de su partido. O de su hermana. Puro autogol.

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