Jorge Barata
Jorge Barata

Hay que verificar lo que ha dicho el Sr. Jorge Barata, sin duda. La presunción de inocencia les asiste a todas las personas. Menos a Ollanta Humala y Nadine Heredia, que siguen presos sin siquiera acusación fiscal. Este doble rasero es, probablemente, uno de los más escandalosos.

Es torpe la manera en la que han escogido reaccionar los aludidos. Todos ellos. Nadie recibió un peso, ni los candidatos ni sus equipos. Por lo tanto, Barata miente.

¿Y Odebrecht también? ¿Se pusieron de acuerdo ambos para mentir y perjudicar a un montón de personajes que les son irrelevantes? ¿Y a todos al mismo tiempo? Ni Barata ni Odebrecht son antiapristas, antifujimoristas, anticaviares o antinacionalistas. Hasta donde sabemos, Barata no es antisusanadelapuentista ni antiyoshiyamista.

Recordémoslo bien: si Barata u Odebrecht mienten u omiten y los descubren, se van 15 o 20 años al bote y a enfrentar más cargos. Sí, si es mentira una sola palabra de lo testificado por Barata, se va preso por dos décadas. ¿Por qué se arriesgaría y se compraría un pleito que no necesita? Odebrecht ya está en su casa y Barata lo estará pronto. ¿Cree alguien que cualquiera de ellos mentiría solo para perjudicar a los aludidos arriesgando con ello volver a la cárcel? ¿Y encima gratis?

Lula, uno de los hombres más poderosos del Brasil, está a punto de ir preso por, entre otras cosas, el testimonio de Odebrecht. ¿Es verosímil asumir que a Odebrecht le importa en lo mínimo mentir para señalar a Keiko Fujimori o a Alan García o a Susana Villarán, señalando falsamente a personajes que carecen de gravedad en su universo?

En la oficina de operaciones estructuradas de Odebrecht hay registros de correos electrónicos, llamadas telefónicas, coordinaciones para las entregas de dinero. El dinero siempre debe regresar a la superficie. A veces en activos como casas, terrenos y empresas. A veces, empresas educativas.