Kenji Unchained. (Geraldo Caso/Perú21)
Kenji Unchained. (Geraldo Caso/Perú21)

El 20 de setiembre pasado, Kenji Fujimori escribió una columna en la que afirmaba que Fuerza Popular –“el partido que ayudé a formar”– había sido tomada por traidores intrigantes e ilegítimos que mantenían “secuestrada” a Keiko. A ellos atribuía las cargas antiliberales de su bancada: oponerse a la creación de una comisión para investigar los crímenes del Sodalicio y sacarle la vuelta al Tribunal Constitucional con otra ley mordaza, entre otras perlas.

Más allá de la retórica, las poses de demócrata y liberal y de que ya sabemos que los ilegítimos que secuestraron a Keiko son Ana Herz y Pier Figari, Kenji dio claras muestras de su disconformidad con la manera en que se escogió manejar el indulto de su padre en FP y por eso él y su padre han sido repetidamente humillados, hostigados y hasta objeto de burlas por parte de algunos congresistas keikistas que solo llegaron al Congreso gracias al arrastre de Kenji, su hermana y la franquicia que ambos llevan por apellido y lo único que aportan son los decibeles de sus rebuznos.

Keiko es incapaz de ganar, está amenazada por Odebrecht, su BanKada/Cachiporra está rota y Herz y Figari se resisten a dimitir. Ante esto, i) Kenji y Alberto rescatan a Keiko y al partido de los intrigantes secuestradores. ii) Dirán que si alguien recibió dinero de Odebrecht –como de hecho sucedió–, fueron Herz y Figari a espaldas de Keiko y de la BanKada. iii) Si algún congresista se opone a Alberto o a Kenji, será acusado de cómplice de los intrigantes y expulsado. iv) La BanKada se reconcilia bajo la catana de Alberto. v) Vacan a PPK por sus conexiones con Odebrecht. vi) Se adelantan elecciones y gana Kenji en segunda vuelta porque la alternativa era Antauro. #OkNo.