Marcha
Marcha

Nadie –si alguno– sale a la calle a marchar para defender a PPK de la vacancia. Este tiene muchísimo que responder y, a esta hora, hoy, parece que nos mintió a todos de manera reiterada y sistemática respecto a la naturaleza y momentos de su relación con Odebrecht. Siete de cada diez de los que votaron por él lo desaprueban.

La marcha del sábado –y las que seguramente vienen– no fue para defender a PPK, fue para que no regresen los 90.

La inmensa mayoría de quienes se manifiestan ante el atropello del Estado de derecho –expresado en el debido proceso– lo hace porque teme que el fujimorismo enclavado en el Congreso se convierta a sí mismo en la medida de la realidad; una realidad en la que Becerriles, Betetas, Bienvenidos y Vilcatomas deciden qué cosa es cierto, qué es justo y quién va al bote. Una realidad en la que Vilcatoma dice sin pudor que Canal N, Raúl Tola o Jason Day o Mijael Garrido Lecca son el brazo mediático de Odebrecht; y el Congreso fujimorista, el Poder Judicial fujimorista, el Ministerio Público fujimorista y el Tribunal Constitucional fujimorista dicen que eso que Vilcatoma afirma sin prueba alguna es verdad. Eso eran los 90. ¿Tan rápido nos olvidamos? Sí, han pasado unos 20 años, pero la actitud fujimorista de hoy es idéntica a la de entonces. ¿No se entiende eso? Es simplísimo.

Ya hace tiempo que la clase política está desprestigiada. Ningún político logra que al menos cuatro de cada diez peruanos lo apruebe ni podría conseguir tres votos de cada diez si mañana fueran las elecciones. Mientras, el “que se vayan todos” sigue creciendo.

PD: Hace minutos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó suspender el proceso que se sigue en el Congreso contra cuatro magistrados del TC.

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