Martín Vizcarra asumirá la presidencia tras la renuncia de PPK. (Perú 21)
Martín Vizcarra asumirá la presidencia tras la renuncia de PPK. (Perú 21)

“La noche es más oscura cuando está por amanecer”. No sé si aplique al Perú luego de una crisis que solo se llevará a los corruptos más torpes o embarrados y dejará a todos los demás en su mismo lugar y encima haciéndose los limpios.

No es que cuando salga Kuczynski de pronto ser ministro vuelva a ser atractivo para los que dijeron que no cuando fueron llamados. Tampoco para los que dijeron “hasta aquí nomás” o los que debieron salir antes de que los eche el Congreso (en este último grupo está Martín Vizcarra).

Pero las circunstancias son, en principio, diferentes de aquellas que enfrentó PPK en 2016 y eso, en sí mismo, es una ventaja para el vicepresidente porque llega a encarar a un Congreso debilitado, deslegitimado y con una aprobación de 14% o menos. Además, la bancada más grande (de Keiko) ya no tiene ni volverá a tener mayoría absoluta y, quizá, a estas alturas sea inevitable que pierda la presidencia de la Mesa Directiva.

Mejor aún, Vizcarra llega cuando las elecciones regionales y municipales están a la vuelta de la esquina y, si algún mérito tienen los procesos electorales en nuestro país, es que obligan a los actores políticos a verse bonitos y a portarse bien. El voto castiga y las regionales configuran el escenario para 2021. Vizcarra no tendrá esa presión sobre sí porque él no podrá participar en 2021 como cabeza de lista de nadie. Así, encontrará –tanto en el Legislativo como en regiones– contrapartes más amables y dispuestas a cooperar en términos no tan rígidos alrededor de una agenda nacional de consenso que es la de siempre y de la que tan poco se hacen cargo.

Buena suerte, Sr. Martín Vizcarra. Aproveche que es el único político sin yaya. Aproveche porque eso no suele durar.