Buena fe II. (Perú21)
Buena fe II. (Perú21)

Ayer decíamos que, según el libro, los actores en el mercado buscan reducir sus costos al mínimo al tiempo que incrementar sus ganancias al máximo, y que asumir que una posición de dominio en un mercado cualquiera llevará a algún tipo de abuso es ser unos malpensados. Sí, hablamos de las cadenas de farmacias.

En el camino aparecieron los pregoneros del “libre mercado” –las comillas son porque en realidad no son pro mercado, sino pro empresa– y aducen que regular la concentración y las fusiones y todo eso no funciona aunque exista en todos los países moderadamente civilizados como Alemania, Francia, Inglaterra, Japón, Estados Unidos y los países escandinavos.

Ok, pero así como su existencia no implica que sean necesarios, tampoco el que no funcionen cabalmente significa que no lo sean. Además, el historial de los emprendimientos dejados a su suerte en el mercado sin competencia –de sector o de nicho– es bastante elocuente y no habla muy bien de su amor al prójimo. “No hay que adelantarnos, es imposible saber si los precios van a subir o van a bajar”. Ojalá, pero cuando los asiduos de Ayn Rand dicen que las farmacias involucradas en la compra son solo 2,000 de 18,000 en todo el Perú, como quien trata de negar a priori que haya alguna posición de dominio, es difícil no preocuparse y preguntarse: ¿todas las farmacias venden exactamente lo mismo? Si no encuentro lo que quiero en Tumbes o está muy caro, ¿me puedo cambiar de región o pedirlo por delivery de una farmacia en Abancay? ¿Hay algún incentivo para que asuman los precios de la cadena con la lista de precios más baja y no los de la cadena con los precios más altos? ¿Hay algún incentivo para que vendan genéricos? No, no, no y no.