El juez Concepción Carhuancho excluyó a Jorge Barata del delito de colusión y levantó las medidas cautelares (embargos) en su contra. El principal operador de Odebrecht en el Perú se convertirá en colaborador eficaz. Barata es, según Marcelo Odebrecht, quien sabe quiénes recibieron dinero de la constructora brasileña, cuánto se le dio a cada uno, por qué conceptos, cuándo y de qué manera.
En la lista de preguntas obligatorias estarán García, Fujimori, Toledo, Humala, Villarán, Castañeda, Kuczynski, Keiko y otro funcionarios, políticos y empresarios. Quizás Barata también cuente cómo las constructoras se repartían los proyectos de infraestructura y señale a otras empresas y las consorciadas peruanas de estas, a lo Graña y Montero.
Dato: el procurador ad hoc Jorge Ramírez, del Consejo de Defensa Jurídica del Estado y del Ministerio de Justicia, se opuso a que se excluya a Barata alegando que debe pagar reparación civil. ¿Debe el Estado preferir quedarse con la CTS de Barata en vez de identificar a todos los corruptos de los últimos 20 años y las rutas del dinero? Ramírez apeló. ¿La orden de apelar vino de arriba? ¿Por qué?
Que cante Barata y diga todo lo que sabe. Que caigan todos los que tengan que caer y asumir las consecuencias de sus decisiones y actos: conocidos o desconocidos, amigos o enemigos, aliados o adversarios; autoridad o civil; rojos, verdes, azules, amarillos, negros o naranjas; del sector público o privado; joven o viejo; pobre o rico; brillante o estúpido; comunista o libertario; fascista o demócrata; ateo o creyente; LGTBI+ o no; lobista o congresista; funcionario o proveedor; regidor, alcalde, gobernador regional, presidente del directorio o del país.
Sea quien sea, caiga quien caiga. Habrá muchísima resistencia, pero es esto o Humala. No, el otro.
