El Poder Judicial resolverá hoy el requerimiento contra exalcaldesa de Lima. (Fotos: Anthony Niño /GEC)
El Poder Judicial resolverá hoy el requerimiento contra exalcaldesa de Lima. (Fotos: Anthony Niño /GEC)

En este diario escribí hace unas semanas que pensaba que Susana Villarán debía enfrentar sus procesos en libertad.

Hoy, sin embargo, todos sabemos que el Ministerio Público pidió la preventiva y que el Poder Judicial la confirió (sin mayores cambios en el proceso) y hoy la señora Villarán ya está recluida en un penal. Me mantengo en creer que Villarán no representa una amenaza procesal y que su conducta había sido consistente de cara a la ley, pero en estos tiempos en los que todos son abogados y la justicia se imparte en Twitter, lo dejo ahí.

Lo que sí me parece importante destacar es que quienes apoyaron a la señora Villarán durante la campaña del No y luego a una reelección que ella misma había prometido no tentar dejen de buscar crear el mundito maniqueo en donde solo ellos y sus amigos tienen lugar. Es un imaginario de falsas dicotomías que parecen gritarle a la realidad que se simplifique. Que sea esto una lucha entre los buenos y los malos. Ellos contra nosotros. Nosotros decentes e inmaculados.

La izquierda ha querido establecer un monopolio de la moral en nuestro país.
Entonces: a otra página. Las ideas no roban. Las personas roban. Descalificar a alguien por no pensar como uno habla de una capacidad muy primaria para argumentar y establecer posiciones razonables. Susana Villarán le ha hecho mucho daño a nuestro país (como cualquiera que hiciera lo mismo que ella), pero más daño le ha hecho a la izquierda más nice du perou. Esa que tiene el dedo limpio para señalar el camino y para ser monitora de los delitos de todos. Porque esa misma, enterita, le hizo todo el teatro a la señora, y ella pasó a cobrar.

Yo no dudo de la buena voluntad de quienes la apoyaron por principios. Pero mis principios me llevan justamente a no apoyar a alguien de manera incondicional si no estoy seguro de qué cartas tiene.