notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

@esthervargasc

He contado minuciosamente las veces en que un taxista limeño me ha dicho "NO VOY". No ofreceré una muestra estadística. Es solo el testimonio de una limeña estresada que sale a buscar taxi en lugar de ir en el Metropolitano o el Metro. También es el testimonio de una limeña que renunció a manejar (tras varias clases, sustos y mentadas de madre).

Regreso a mi esquina habitual, la puerta de mi trabajo. Debo precisar que no pido rebaja y pongo mi cara más amable. Y, además, rezo a algún dios para que no me asalten. Mi objetivo es tomar taxi YA, "pase lo que pase". Soy una valiente, de esas que también abundan en Lima, pues fui víctima de un secuestro al paso en un colectivo.

Y bueno, al punto: 10 veces, sí, al menos 10 veces me han dicho que no van a mi destino, que casi siempre es del Centro de Lima a cualquier parte. Léase, Miraflores, Av. Alfonso Ugarte, San Juan de Lurigancho, Chorrillos, San Isidro. No van.

Me he preguntado, a gritos, para adentro, y en Facebook por supuesto, adónde diablos van estos señores. He propuesto que coloquen cartelitos de "solo doy la vuelta a la manzana" o "voy solo diez cuadras a la derecha". La informalidad en el sistema de taxi se siente en las calles. Pidan un taxi en la avenida X. Les invito a sufrir.

Algunos están celebrando que la formalidad en el mercado de taxis en Lima esté llegando gracias a las aplicaciones en los teléfonos. Vamos, pedir un taxi haciendo clic desde tu teléfono es fantástico. Escoges tu conductor, te tratan bien, siempre van, y en ocasiones solo cargan la tarifa a tu tarjeta de crédito. Tienes un historial de tu vida en taxi, de tus gastos. Gracias, Uber. Gracias, TaxiSatelital. Gracias, Easy. Gracias a todos por existir. ¿Nos acercamos a una real formalización del servicio? Tengo dudas.

1.La mayoría no puede darse el lujo de pedir un taxi de empresa por el costo (suele ser más alto que el de la calle, aunque más seguro. La seguridad cuesta, me dirán). Semana Económica cita este dato de Ipsos Perú del 2015: más de siete millones de peruanos en zonas urbanas tienen smartphones y, de estos, solo dos de cada diez han descargado alguna app de taxi.

2.En algunas zonas de Lima, estos taxistas sin decir 'no voy' simplemente no existen. Pidan un servicio desde el paradero 5 de la avenida Wiesse en San Juan de Lurigancho.

3.Estos taxistas 'modernos' tampoco son los más educados y prudentes: como cualquier humano, están indignados a veces, meten el carro, frenan como quieren (son humanos, no son una app) y, como cualquier imprudente conductor, hablan por celular mientras manejan… y también te piden sencillo.

Un caso aparte es la situación de los taxistas. ¿Es Uber el trabajo soñado por estos señores? No nos engañemos. Los taxistas también tienen derecho a un trato laboral digno. Hay que ver la situación más allá de la comodidad de hacer clic en la app de nuestra preferencia.