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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

El día que en Perú era trending topic #ConMisHijosNoTeMetas, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara realizaba dos eventos sobre la comunidad de gays, lesbianas, trans y bisexuales (GLTB). En una esquina, cuatro escritores debatían en la mesa "Latinoamérica, ¿sale del clóset?". En la otra, la psicóloga presentaba su ya famoso libro "Papá, mamá, soy gay" (editorial Raya en el Agua).

El hashtag del odio retumbaba en mi cabeza. No me sorprende que en el Perú se aliente la homofobia. No me llama la atención el ataque cavernario. No me inquieta que se tergiverse la información para impulsar –una y otra vez– marchas de intolerancia. Así es el Perú, y ya sabemos quiénes mueven sus fichas contra la igualdad. Sin embargo, repasar cada mensaje era ver el peor rostro del país, un país donde ciertos iluminados agreden no a activistas –que ya tienen el cuero duro para resistir–, sino a adolescentes y jóvenes.

Los escritores Alberto Fuguet (Chile), Edson Hurtado (Bolivia), Mauricio Orellana (El Salvador) y Mayra Montero (La Habana, Puerto Rico) debatían sobre esa frase tan usada: salir del clóset. Palabras más o palabras menos, el grupo coincidió en que lo que estaba saliendo del clóset, y ferozmente, era la homofobia, la intolerancia y el odio. Lo que pasa en Perú es un triste y doloroso ejemplo. Muchos casos quedan en la sombra y el olvido. Mencionaré dos:

1. En febrero de 2015, un chico de 12 años se suicidó en Iquitos porque su padre odiaba su cabello largo, su andar delicado, su sensibilidad. Los insultos de 'chivo', 'maricón' o 'rosquete' al parecer herían más al padre que al hijo. El padre agredió al hijo silencioso y sumiso. El hijo se mató.

2. En noviembre, cuatro alumnas de un colegio de Arequipa intentaron suicidarse. Según los medios locales, a las chicas les hacían bullying. Una de ellas, se informó, es lesbiana. La sola 'sospecha' –como si de delito habláramos– generó desprecio. Ellas sobrevivieron, pero el colegio decidió expulsarlas y bajar el ruido. Calladitos todos. Se callaron los padres, se callaron los profesores y una protesta de grupos LGBT contra el acoso escolar fue minimizada.

EVITA TRAGEDIAS, INFÓRMATE

Rinna Risenfeld es especialista en sensibilización educativa, dirige en Ciudad de México El Armario Abierto –una librería especializada en sexualidad– y ha escrito un libro fundamental para padres y educadores. "Papá, mamá, soy gay" es un libro imprescindible para todos aquellos que piensan que un chico gay o una chica lesbiana es una maldición o un castigo. Es clave para que los profesores eviten el acoso escolar. Es oportuno para entender e informarse. Es una herramienta para vencer el odio.

No es raro que un chico gay o una chica lesbiana se encuentre con una gran barrera en la familia y en la escuela cuando da a conocer su orientación sexual.

-Muchas veces, los papás y las mamás, también profesores y me atrevería a decir que hasta terapeutas, desde una ignorancia profunda sobre qué es la orientación sexual obligan a los chicos y chicas de orientación sexual diferente a vivir unas depresiones horribles. Las personas no comprendidas de la diversidad sexual, según un estudio de la doctora Caitlin Ryan, afrontan ocho veces más probabilidades de cometer suicidio, seis veces más probabilidades de tener niveles de depresión, tres veces más posibilidades de consumir drogas y alcohol. Esas son tragedias que la gente no tendría por qué vivir de haber información.

Pero en México como en Perú sigue pasando.

- La orientación sexual es la atracción, tanto erótica como afectiva hacia algo. Es como la gente descubre quién le gusta. Cuando le preguntas a la mayoría de personas qué edad tenían la primera vez que alguien les generó algo (una sonrisa o una emoción), la respuesta es que en kinder o en primaria. Y es que es algo instintivo, no es algo aprendido. Este libro ha acompañado a los grupos de familias, a los maestros y terapeutas. Es una guía para entender este tema. Empieza cuando oyes un 'papá, mamá, soy gay', y viene el susto, y preguntas si se quita o no, si hay que hacer algo, o si esto solo les pasa a las familias de dudosa procedencia. La gente poco a poco entiende que es como ser diestro y ser zurdo.

¿Cuál es el papel que debe tener la escuela para frenar el bullying?

- La gran mayoría de la gente homosexual ha vivido un bullying importante en la escuela. Incluso, ni siquiera por la orientación. Las cosas de género causan mucho bullying. Un hombre que no es tan masculino como se esperaría o una mujer que es más masculina de lo que se esperaría son blanco perfecto del bullying per se. No hay una educación que señale que los hombres y las mujeres vienen en muchos estilos.

En Perú se anuncia una marcha contra la llamada ideología de género del Ministerio de Educación. Se ha dicho que se busca promover la homosexualidad y que se quiere difundir ideas nocivas sobre la sexualidad a los chicos en el plan curricular escolar. ¿Qué opinas?

- Lo primero que se debe entender es que no se puede promover la homosexualidad. Es una fantasía. Es como ser diestra o zurda. Si yo soy diestra y me junto con muchos zurdos, me puede dar curiosidad, pero si agarro un lápiz y empiezo con la izquierda, no puedo, no sé. La gente que no es homosexual y ha tenido una experiencia homosexual pasa de largo. Lo mismo con los homosexuales, lo gay no se quita. Es falso que se promueva. La escuela debe partir de que no es una elección y de que muchos chicos se han suicidado, deprimido o intentado matarse por el bullying. Los peruanos deberían investigar qué pasa en otros lugares, donde hace rato hay una educación inclusiva. ¿Se les volvió gay todo el mundo? Lo que hay es menos bullying. Los libros que han ocupado el tema lo hacen desde primaria cuando hablan de enamoramiento, amor y pareja. Este es un tema de amor, no es una maldición.

¿Qué te hace pensar el hashtag #ConMisHijosNoteMetas?

-Pensaría en alguien que abusa. La educación que habla de igualdad no es una agresión. La diversidad es parte del mundo. Negar a los homosexuales no los desaparece. Mucha gente ha crecido con la idea de príncipe y princesa, y nunca se le quitó lo gay, pero la pasó mal por ser diferente. Lo ven como una plaga que contamina y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya borró que es una enfermedad de todos lados.

En México y Perú hay un movimiento contra las familias diversas. Es una ola que no para de crecer.

-Se dice que solo el 40% de familias son familias nucleares. No es un tema de la heterosexualidad contra el mundo gay. Esta gente está tachando a madres solteras, a hogares donde papá y mamá ya se separaron, a familias formadas por abuelos. Están escupiendo al 60% de familias que no es parte de una familia nuclear.