Llegué a Cuba, por primera vez, hace diez años. Había leído tantas historias, de las buenas, de las políticamente correctas, de las muy malas. Había consumido periodismo y periodismo ficción o basura. Cuba da para todo. Mi último viaje a Cuba fue en 2015. Allí están mis amigos revolucionarios, y mis amigos ex revolucionarios, allí están aquellos que dejaron de creer, pero que se negaron a abandonar la isla, y que buscaron la forma de inventarse la libertad, de estar cerca al mundo sin salir del mundo.