El presidente Martín Vizcarra respondió a las críticas a los proyectos de ley presentados por el Ejecutivo para convocar a un referéndum. (Foto: USI)
El presidente Martín Vizcarra respondió a las críticas a los proyectos de ley presentados por el Ejecutivo para convocar a un referéndum. (Foto: USI)

El presidente Martín Vizcarra ha ido envalentonándose. Él y quienes lo asesoran (tengo mis dudas de que, ahora, a quien más escuche sea al premier) saben que hay que seguir tirando el hilo de furia sobre la corrupción generalizada a raíz de los audios que dibujaron con empacho el modo de operar de jueces, funcionarios públicos y empresarios utilitarios a su mafiosa causa.

La ciudadanía no cree en nada ni en nadie y el Congreso junto al sistema de justicia nacional están en la peor percepción de la población. La última encuesta de Datum consigna que más del 90% rechaza el trabajo de los legisladores; sin embargo, le otorga mayor poder que al Ejecutivo. El 63% asegura no creerle a nadie y el político al que más le creen (Keiko) tiene 6%. Una calamidad para quien pretende una nueva campaña electoral y sobrevivir en el intento.

Mientras el presidente ha logrado capitalizar una sensación de firmeza en su promesa de acabar con la corrupción “caiga quien caiga”, el fujimorismo nuevamente ha respondido con arrogancia. Aunque hay que decir que Daniel Salaverry, con exabruptos y todo, busca trazar una línea que lo diferencie de la gestión encabezada por Luis Galarreta.

Al Ejecutivo le quitan toda posibilidad de que se dirija al país, al ciudadano, sobre su quehacer diario ¿y esperan que no quiera arrinconarlos? La estrategia presidencial le está dando resultados en la opinión pública, lo que robustece al presidente, aunque la gente no le dé el crédito de ser el más poderoso. Si de eso no se dan cuenta los congresistas de Keiko Fujimori y continúan con la altanería numérica, será un repudio mayor de la ciudadanía. Si bien Vizcarra recupera respaldo relativo, no es garantía de estabilidad. Si no hay resultados pronto, el aluvión de estados alterados arrastrará a todos.