Víctima. Familia cuestionó que escolares porten armas blancas. (Difusión)
Víctima. Familia cuestionó que escolares porten armas blancas. (Difusión)

Redacción PERÚ21

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El último viernes, el patio del Instituto Superior Tecnológico Túpac Amaru fue escenario de un hecho trágico. Dos escolares de 17 años –de quinto año de secundaria– se liaron a golpes y, en medio de la gresca, uno de ellos sacó un cuchillo y se lo clavó a su compañero, quien murió desangrado.

Se informó que los alumnos pertenecen a la Gran Unidad Escolar Inca Garcilaso de la Vega, pero estudian en el local del instituto Túpac Amaru porque aún no concluyen las obras de refacción en su plantel. La víctima fue identificada como Jairo Brinner Díaz Ruffrán, que fue atacado por su compañero de iniciales J.C.H.G., con quien el menor habría mantenido una riña por motivos que aún son materia de investigación.

Se presume que Díaz salió en defensa de su hermano menor, que estaba siendo golpeado por el presunto autor del homicidio. El escolar agresor habría sacado el arma blanca al ver que el hermano mayor se le venía encima y, en medio de la pelea, le asestó varias puñaladas en el abdomen.

Las heridas causaron el desangramiento del muchacho que, aún con vida, fue trasladado a la Sanidad de la Policía Nacional y, luego, al Hospital Regional del Cusco, donde perdió la vida.

En la comisaría de San Sebastián, el docente Orlando Darío Valdez Cossío manifestó que la pelea fue brutal. Por su parte, el director del colegio, Juan Becerra Cárdenas, negó la responsabilidad del centro educativo en el hecho de sangre y no descartó que se trate de un hecho de pandillaje.

La madre del fallecido, Karina Ruffrán Chalco, exigió a la Policía una exhaustiva investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo la pelea. En tanto, la Policía ha capturado al escolar agresor y hoy se sabrá si es internado preventivamente en la correccional de Marcavalle.

SABÍA QUE

– La necropsia determinó que el escolar murió por un paro cardiorrespiratorio tras las múltiples heridas punzocortantes.

– Los restos de la víctima son velados en la capilla del colegio Garcilaso.

– La Policía no ha encontrado el arma homicida.