Es hora de un reinicio. (Getty)
Es hora de un reinicio. (Getty)

Hay una transformación que está tomando vuelo entre las empresas más grandes a escala global que vale la pena tener en el radar, sobre todo en un país como el nuestro, donde la dependencia con el resto del mundo es inevitable.

Una primera señal de estos nuevos vientos llegó hace un mes cuando la Business Roundtable, una asociación cuyos miembros son directores y ejecutivos de importantes empresas estadounidenses, lanzó un comunicado que llamaba a que las corporaciones dejen de centrarse exclusivamente en los beneficios a corto plazo para los accionistas y que, en cambio, se centren en el largo plazo y en todas las partes interesadas, incluidos los empleados, los clientes y la sociedad. Estamos hablando de compañías como Apple, 3M, American Airlines, Citigroup o General Motors, así que esto no debería pasar desapercibido: replantean su rol y rompen con la máxima liberal de Milton Friedman de que “las corporaciones solo existen para servir a los accionistas”.

La segunda señal llegó la semana pasada: el Financial Times salió con una portada que llevaba el título “Capitalismo. Tiempo para un reinicio”. Argumentaron que “el modelo capitalista liberal ha brindado paz, prosperidad y progreso tecnológico durante los últimos 50 años, reduciendo la pobreza y elevando el nivel de vida en todo el mundo. Pero en la década posterior a la crisis financiera mundial el modelo está en cuestión. (...) Es hora de un reinicio”.

Esto no lo está diciendo un grupo antisistema, sino los tigres de las corporaciones más poderosas y ricas del mundo, quienes se atreven a reconocer que están ocurriendo cosas muy malas en torno al capitalismo rígido que ha prevalecido en las últimas décadas. Todos ellos aceptan que, a menos de que ocurra un cambio significativo, ese modelo está en riesgo.