Equidad y razonabilidad, señor

No toman en consideración que la lucha diaria y cuerpo a cuerpo que libran los efectivos policiales durante esta segunda ola.
Los efectivos policiales libran una lucha durante esta segunda ola tan agresiva, señala el columnista.

El arribo cinematográfico de las vacunas chinas contra el COVID 19, el pasado domingo 7 de febrero, alegró a muchos peruanos, pero también avivó ácidas críticas contra el gobierno del presidente Sagasti. Desde aquellos que juzgan el hecho que como jefe no debió vacunarse, hasta los que creen que la cantidad de vacunas es irrisoria e insuficiente para el monstruoso camino de muerte que nos deja el patógeno

Los meses transcurridos para el gobierno no han estado marcados necesariamente por el sentido de urgencia (ni de la emergencia), tanto por la precaria situación de las negociaciones para la vacuna que dejó el gobierno de Martín Vizcarra, como por su propio desenfoque respecto de las prioridades para el país: Luchar con todo contra el COVID 19. Enfrascarse en golpear a la Policía, entre otras, le ha generado tal desgaste, que las encuestas marcan con fuego en el imaginario popular la caída de su popularidad.

Por otro lado, la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Claudia Cornejo, anunció en los medios que en Consejo de Ministros aprobaron un decreto supremo para evitar “cualquier favorecimiento irregular o perjuicio a una persona en el proceso de vacunación”. El anuncio contrarresta indirectamente algunos fake news malintencionados sobre una presunta “lista de moraditos” para acceder a la vacuna.

El día de ayer, los medios dieron cuenta del comunicado del Ministerio de Salud sobre la distribución de las vacunas contra el COVID 19 para ser inmunizado durante la I Etapa. El cuadro indica que 98,728 dosis corresponderán a Minsa Gore; 32,247 para Essalud, 3,734 para las FF.AA. (son 60 mil efectivos), solo 737 para la Policía Nacional (son 140 mil efectivos policiales) y 5,921 para las clínicas privadas.

Por esta razón en la que claramente no hay ni equidad ni razonabilidad, es que alzo mi voz de protesta e indignación de esta nueva arremetida contra la Policía Nacional, a quienes falsamente llaman primera línea contra el COVID 19, porque no toman en consideración que la lucha diaria y cuerpo a cuerpo que libran los efectivos policiales durante esta segunda ola tan agresiva seguirá contagiándolos inexorablemente. ¿Han olvidado acaso que ya han fallecido 540 efectivos y otros 40 mil se han infectado? ¿Es tan difícil mirar la tragedia de la familia policial? ¡No señor presidente, así NO!

Se reconoce el esfuerzo para lograr un primer cargamento de vacunas y espero que pronto sean muchos y que al final del año el nuevo gobierno haya continuado con la cruzada de vacunación nacional a millones de peruanos de manera racional y equitativa, y no como hemos visto ayer, menospreciando a la Policía Nacional de una manera tan grotesca. Los policías no merecen este trato.

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