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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

¿Qué explica la caída de la Unión Soviética, el Muro de Berlín, China e India, y la gran mayoría de experimentos socialistas alrededor del mundo? Ahí no se produjeron intervenciones de potencias extranjeras, ni cayeron por obra de movimientos sociales, menos aún por el poder económico. Cayeron, sencillamente, porque el sistema ya no daba más, y la presión es generalizada: hambrunas en muchos casos, altísimos niveles de corrupción, apatía generalizada, mercados desabastecidos, presupuestos decrecientes, entre otros males, hicieron que un buen día las cúpulas en el poder dijeran ¡basta! ¡Esto no da para más!

Por ello lo de Venezuela estaba cantado. La pregunta no es si caerá o no el sistema sino cuándo. Porque para eso la ciencia económica, valgan verdades, no ayuda mucho: cuando de creatividad para mantenerse en el poder se trata, y no importando las herramientas en uso, pues se pueden alargar los regímenes por mucho tiempo. Vean si no el caso cubano y norcoreano: se mueren, literalmente, de hambre, y ahí están sobrepasando los 55 años.

En Venezuela no hay luz, agua, papel higiénico, leche y un larguísimo etcétera de productos y servicios públicos básicos. Ello no es culpa de ninguna persona o país; simplemente es el corolario del uso intensivo de un modelo que no funciona.

¿Por qué se mantiene erguido? Porque el poder puede –aún– movilizar y reasignar los recursos a gusto del dictador de turno, logrando así un soporte social y una coalición política suficientemente grande como para mantenerlo en poder. El día llegará, sin embargo, en que la cúpula no pueda contener la presión social, política y económica. De eso no tengan duda.