César Hinostroza fue suspendido indefinidamente sin goce de haber por el CNM. (Foto: Geraldo Caso / Perú21)
César Hinostroza fue suspendido indefinidamente sin goce de haber por el CNM. (Foto: Geraldo Caso / Perú21)

En enero pasado, en el Country Club, se me acercó un desconocido que se presentó como Enrique Rodríguez. Dicho señor, tras elogiar mi trabajo, me propuso mantener una reunión con un vocal supremo, César Hinostroza, quien tenía interés en conocerme.

Evidentemente, por aquel tiempo no se sabía nada de todo lo turbio que hoy conocemos con respecto a este juez y, como periodista, mi trabajo consiste en estar informado. Si un vocal supremo me solicita una reunión, acepto con la esperanza de que pueda surgir algo periodísticamente interesante.

Durante varios días se tentaron fechas y lugares. El Sr. Rodríguez me propuso encontrarnos durante una cena en un domicilio, invitación que decliné, y, finalmente, acepté conocer al vocal supremo Hinostroza en un almuerzo en un restaurante el 31 de enero pasado. Para mi decepción profesional, la breve charla con el vocal Hinostroza fue intrascendente.

Nunca más supe de este vocal supremo hasta que estalló todo este escándalo de los audios, prácticamente seis meses después.

Mi salida de RPP, en los mejores términos, no tiene relación alguna con los comentarios vertidos por el Sr. Rodríguez y el juez Hinostroza acerca de mi persona en los audios. Esta responde a una decisión privada y personal, comunicada, vía carta notarial debida, casi dos meses antes de que salga el primer audio (7/7/18).

También quisiera dejar en claro que el “Aldito” mencionado en audios recientes se refiere al vocal supremo Aldo Figueroa.

Manifiesto mi extrañeza por que este último audio salga precisamente cuando acabo de dejar RPP, así como que estas interceptaciones se hayan dado antes del permiso judicial obligatorio del 31/1/18 (*versión recortada de mi comunicado de ayer. Y confieso que ayer me conmovió mucho que hasta mis enemigos me defiendan: nobleza obliga).