Pérez y Eloy no tienen remedio. (Foto: GEC)
Pérez y Eloy no tienen remedio. (Foto: GEC)

¡Este “país” sí que está patas arriba! Que un fiscal salga a declarar en la TV que una resolución del TC, “el máximo intérprete de la justicia en el Perú”, le “indigna” y le es “lamentable” es de chirigota. Si al fiscal Pérez no le gusta la resolución de liberación de Keiko, pues se calla, la acata y se aboca a ver cómo refuerza su caso. ¿Quién se computa Pérez para salir a llamarle así la atención públicamente a quienes precisamente él como funcionario de justicia debe respetar al máximo? ¿Entonces podríamos interpretar que el silencio de su jefa Zoraida Ávalos ante estos exabruptos significa que la fiscalía está en conflicto con el TC, ya que permite que uno de sus miembros erosione así su autoridad? Otra chirigota es ver al magistrado Eloy Espinosa-Saldaña saliendo a faltarle el respeto a sus colegas del TC, al describir públicamente sus discrepancias en el voto, además de que no es una estrella de farándula para estar dando declaraciones a cada rato, mermando la majestad de su cargo. Desde que le conozco de la PUCP, Eloy nunca ha tenido discreción, pero no me lo imaginé tocar fondo así. Y, claro, tenía que ser en donde Mávila, en ese programa que cada noche sintetiza perfectamente el ocaso actual de un gran sector de nuestro periodismo, que se ha entregado al oficialismo y ha endiosado a los fiscales a niveles alucinantes, por antipatías políticas, populismo mediático, sed de filtración de primicias y adulonería.

-Esa carta inculpatoria de Dionisio Romero terminó complicándole más ante el público. Creo que el excolega Enrique Pasquel, su gerente de Asuntos Corporativos, le aconsejó mal. Otro debió ser el tenor.

-No le vaya el Jurado Electoral limeño imponer a la exvicerrectora PUCP y ahora candidata congresal Pepi Patrón una mora tipo de esas de la PUCP. ¡La arruina!