PPK
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Al momento de escribir ayer esta columna (5:25 p.m.), PPK no había renunciado. No soy mago para adivinar si ya lo habrá hecho para cuando estén leyendo hoy estas líneas, pero no creo que llegue al lunes –siendo muy generosos– en la Presidencia. O renuncia o le vacan, pero es insostenible. El artículo 126 de la C-93 es muy claro: “Los ministros no pueden ser gestores de intereses propios o de terceros ni ejercer actividad lucrativa, ni intervenir en la dirección o gestión de empresas ni asociaciones privadas”. PPK se lo pasó olímpicamente por el forro: negociación incompatible, sin ahondar más en que si eran coimas o que nos mintió descaradamente. Y PPK no tiene tampoco bazas para defenderse, tipo una buena gestión, un partido sólido detrás, bancada con pólvora, apoyo popular o medios a su favor (ya se le voltearon y más bien ahora serán los más crueles. Así son los rojicaviares y ese sector de la derecha mediático-económica), etc.… Si es realista y quiere al país, a por la salida ordenada: renuncia y Vizcarra.

Y quien va a tener que rendir cuentas penales por encubrimiento es el congresista Pari, que ocultó una reveladora información sobre PPK para favorecerle en las elecciones, pues la UIF le había proporcionado información del BCP sobre pagos de Odebrecht a First Capital. El propio Pari lo declaró a H-13: “Como se encontraban en plena campaña electoral (2016), tuve mucho recelo con el manejo de la información y no la entregué. Cuando el mandato de la comisión venció, lacré la información y se la entregué al entonces presidente del Congreso, Luis Iberico”. E Iberico la guardó y acabó de embajador en Roma…

-Susana de la Puente nos fregó dos veces: una con su prima Villarán. Otra con PPK. ¡Que ya no se meta más a promover campañas políticas, por favor!