(Perú21)
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Ni han pasado muchos días de su zarpazo y ya el presidente de facto Vizcarra saca la garra. Eso de presionar a un procurador para que denuncie a Olaechea por ejercer un legítimo derecho de reclamo es de vergüenza. ¿Qué dicen ahora las waripoleras y los “kimonos moqueguanos”? ¿Mávila, también aplaudes eso, como Landa?

-¿Por qué afuera no han considerado este zarpazo como un golpe? 1) La situación le es confusa legalmente: no es sencillo entender esta tontera de tener un régimen presidencialista con instrumentos del régimen parlamentario como la cuestión de confianza. Y si Vizcarra llamó a elecciones, pues ya con eso están tranquilos. 2) En el mundo están pasando muchas cosas muy serias (Brexit, impeachment a Trump, ataques a Arabia Saudita, cuartas elecciones aquí en España) como para ocuparse de los líos de un lejano país latino. El Perú es un país muy periférico y su política interna no llamará mucho la atención, a menos que sucedan cosas tipo Ecuador o Venezuela. Ninguno pesa como Brasil o México y mientras que las cosas adentro estén más o menos tranquilas, los gobiernos se harán los suecos. 3) La mayor parte de corresponsales de medios extranjeros son caviares (Paola Ugaz en ABC, Fowks en El País, Efe, AFP, Bloomberg). Y han contado con la ayudita extra de Mario Vargas Llosa y sus odios. 4) El otro lado no se ha movido nada internacionalmente. No han buscado senadores republicanos (tipo Marco Rubio) ni a las derechas de otros países (Brasil, Colombia, España o Chile), ni a medios o periodistas influyentes que podrían apoyarles (WSJ, Fox, ABC, Financial Times, Bayly, El Mercurio, La Nación, Miami Herald). Encima, la cobarde deserción de Meche Araoz les dejó en offside, sin el argumento de una presidenta constitucional legítima. ¡Walkover en el frente externo!

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