Odebrecht se tira un gabinete

-Lima era un hervidero de rumores al momento de escribir estas líneas. Había sucedido una crisis ministerial y se aseguraba que ministros –hace rato difuntos– como los titulares de Justicia y Transportes acompañarían al saliente de Energía a la puerta, aparte de alguno más. Pero los rumores limeños iban más allá (repotenciados por el “wasap”) y no solo hablaban de un cambio total o de un nuevo premier (se nombraba a Cateriano), sino de hasta cosas increíbles como que “Odebrecht ha echado a Vizcarra porque este tiene un codinome”. La sensación general era que el Ejecutivo había entrado en trompo y que algo muy raro estaba sucediendo atrás, especulación alimentada por la reciente desbandada de las guaripoleras, pues llama mucho la atención que varios coleguitas que eran acérrimos oficialistas hasta hace pocos días andan ahora cuestionando a Vizcarra (y a los fiscales) y desmarcándose de este, como que supieran que alguna bomba mediática iba a estallar. También existe la impresión de que la mafia de Odebrecht estaría desestabilizando a Vizcarra –tal como lo hizo antes con PPK, Villanueva y otros– al no haber obtenido la reanudación del gasoducto sur. Odebrecht ha ejercido tal presión que ha terminado tumbándose a este gabinete –y a un procurador– con sus maniobras. Y ha dejado desprestigiados y debilitados a los fiscales Vela y Pérez.

-Ver al peronista Bergoglio recibiendo al delincuente de Lula en el Vaticano fue demasiado hasta para un cínico como yo. Eso es una ofensa para los peruanos y demás pueblos latinoamericanos que hemos sufrido las trapacerías de Odebrecht y demás constructoras brasileñas, con la complicidad de Lula, que tanto daño nos han hecho. Este domingo debería haber una huelga de asistencia a misa en Latinoamérica: el peronista se merece por lo menos eso.