Marcelo Odebrecht  (AFP)
Marcelo Odebrecht (AFP)

Se deben leer con detenimiento las 150 páginas de la traducción fiscal de las declaraciones de Marcelo Odebrecht para hacer un titular y una nota coherente, no cogiendo frases picaditas. Esta traducción fiscal está bien hecha, no como esos fragmentos en “portuñol” que nos soltó esa ONG caviar, que varios apresurados colegas levantaron sin el debido respaldo documentario. Tras leer esta traducción fiscal, no se puede sostener que Marcelo “afirma” (DRAE: Asegurar o dar por cierto algo) que entregó dinero a varios personajes, salvo Humala, de quien sí efectivamente AFIRMA que le facilitaron tres millones. En los otros casos, deja dudas al basarse en deducciones y creencias, no en recuerdos firmes. Por ejemplo, en la página 103 declara: “él (Barata) nunca me dijo: ‘Marcelo, arreglé esa coima, hice tal pago ilícito’, él no me decía eso, lo que yo sabía es que él hacía pagos no contabilizados, eso es lo que yo sabía. ¿Me dejo entender? No sé a quién, pero deduzco que él hacía eso con todos los candidatos”. O con Keiko, donde refiere varias veces que “no recuerda” pero que “deduce” (págs. 137, 138, 143,144) y hasta suelta un “se dio tal vez” (pág. 143) y dos “casi seguro/la seguridad” (págs. 58 y 70). Por eso, Marcelo reitera varias veces que esas interrogantes solo las van a poder contestar plenamente Barata y Boleira.

-Al defensor del pueblo no le toca pronunciarse sobre el indulto: Walter Gutiérrez ha quedado como un “figuretti” de evidentes ambiciones políticas y que busca agradar a la poderosa caviarada mediática. Abogado mediano, Gutiérrez llegó a la DP en su cuarto intento, básicamente por filoaprista y porque se le vio como la opción menos mala frente a los candidatos caviares. Es que solo hay una cosa peor que un caviar: el tipo que se hace el caviar para agradarles.