La Comisión de Defensa del Congreso, encabezada por Jorge del Castillo, protagonizó incidentes con la policía de la Diviac. (Foto: Congreso de la República)
La Comisión de Defensa del Congreso, encabezada por Jorge del Castillo, protagonizó incidentes con la policía de la Diviac. (Foto: Congreso de la República)

Desde el arranque me pareció un disparate que se lleve a interrogar al Congreso a esos policías por el suicidio de García: ellos no tenían la culpa de esa decisión (se dice en el Legislativo que hubo un intento similar dentro de la embajada uruguaya, que fracasó por un problema con el arma y que por eso Alan salió con la mano vendada de allí) y era muy difícil que la hubieran impedido. Pero, dicho esto, tampoco se puede disculpar las actitudes malcriadas de los policías, desde ese que anunció que se iba a sacar el polo hasta el otro que se puso a decir sin venir a cuento que la infantería de Marina no había capturado a ‘Artemio’ hasta esa frasecita cachosa de que los políticos son corruptos.

Es cierto que los congresistas han hecho todo lo posible para que les perdamos el respeto, pero esas insolencias son inadmisibles frente a legisladores en cualquier sitio del mundo: aquí un policía le responde así en las Cortes a un diputado y se gana una sanción inmediata por desacato. Pero estamos en el Perú y por eso nada menos que el presidente Vizcarra y el premier Salvador del Caviar, dos sujetos extraviados, salen a defender esas conductas y a tirarse encima una vez más contra el Congreso con el pretexto de defender a la Policía, cuando en todo caso era un incidente menor que no ameritaba mayor comentario. No entiendo esa lógica perpetua de guerra de Vizcarra, acompañada después de hipócritas invocaciones a la concordia.

-La católica y latinoamericana Venezuela arde y Bergoglio de gira por Macedonia. ¡Hace rato que ha debido excomulgar a Maduro y toda su banda ladrona y hambreadora! El separatismo catalán carcome a España y Bergoglio nombra a un independentista como obispo de Tarragona... Y este jesuita argentino nos metió a un cura rojimio como obispo de Lima. ¿Protestantes tienen sitio?