Injusta prisión de Keiko

-A mi parecer, el rechazo de la apelación de Keiko ha sido por una razón política antes que legal. Eso de que debe quedarse encarcelada porque “podría obstaculizar la investigación” tranquilamente se le pudo aplicar a Nadine, tan mandona en cada detalle dentro del Partido Nacionalista como Keiko en FP (y no hay aquí delito en ninguna de las dos). Mi impresión es que los jueces se asustaron con la patinada de Chávarry, la prensa y la calle. Así es ahora la “justicia” en este “país”.

-Existe activismo antes que periodismo en la mayor parte de las notas, titulares y portadas recientes respecto al caso Chávarry (La República construyó su portada del viernes pasado con un simple chisme, sin testimonio grabado, declarado o el nombre del emisor). Antes que cierto equilibrio informativo (parcialidad siempre va a existir), lo que se nota es la obsesiva –y casi histérica– construcción de una narrativa épica y populista (como de cuento de niños) antes que periodística, con un personaje (Chávarry) que es el dragón que suma toda la maldad (junto a apristas y fujimoristas, mientras otros villanos pasan piola…) y otro personaje (Pérez) que es el paladín absoluto del bien, con un sabio monarca (Vizcarra) que apoya a este paladín, mientras que al ingenuo pueblo se le exacerba su ira con ese apasionamiento activista de la narrativa, de las encuestas (que hasta le preguntan sobre si se aprueba al fiscal Pérez o si fulano debe ir preso, para alimentar más portadas. La segunda pregunta hasta te ganaría una denuncia penal en otro país más serio) e incitación a que haga política callejera. ¡Da hasta miedo tanta desmesura mediática!

-Antes el CAL publicaba sesudos análisis jurídicos, que iluminaban al país en sus tribulaciones. Hoy son tuits y papelones. Qué tal decadencia…