Por primera Cuba vez no tendrá en su máximo cargo a una persona que no se apellide Castro.
Por primera Cuba vez no tendrá en su máximo cargo a una persona que no se apellide Castro.

Cuba estrenó ayer un tirano comunista nuevo, un sátrapa que tras 50 años no se apellida Castro. No es Fidel o Raúl, sino Miguel Díaz-Canel el nombre de ese nuevo dictador, al que Nelson Manrique y un buen número de rojos criollos le rendirán pleitesía e inventarán coartadas para negar o minimizar su autoritarismo: ahora han inventado que Maduro es el tirano malo y Chávez era el demócrata bueno. Incluso, Beto Adrianzén ya le está prendiendo velitas desde LR a López Obrador en México como el nuevo adalid en la zona y reza para que los candidatos rojos Petro (Colombia) y Alegre (Paraguay) ganen en sus respectivos inminentes comicios.

¿Díaz-Canel podría ser el nuevo Adolfo Suárez, quien desde el interior del falangismo llegó al gobierno español tras la muerte de Franco como un continuista y terminó hábilmente desarmando al Estado franquista e instaurando la democracia? ¿O un Gorbachov, un marxista que quiso humanizar y modernizar al comunismo moscovita y terminó generando la desaparición del Imperio Soviético? El tipo ha comenzado con un discurso muy ortodoxo, pero como que tampoco se le hubiera podido escuchar algo muy aperturista con Raúl Castro al lado. Por otro lado, el Ejército en Cuba, tal como en Venezuela, controla la economía con el holding Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) y va a ser muy difícil que quieran soltar la teta. De todas formas, Cuba debe estar buscando desesperadamente un país más rico del cual depender. Lo hicieron con el Imperio Español, con USA, con la URSS y aún con Venezuela, país al que parasitaron sin asco. ¿A China le interesará hacerse de Cuba? Cuba debió permanecer con España y ser hoy tipo las islas Canarias, una feliz y libre comunidad autónoma española, amparada por Europa. ¡Martí les jodió!

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