Ministerio Público amplió investigación a compañía en el marco del caso Odebrecht. (USI)
Ministerio Público amplió investigación a compañía en el marco del caso Odebrecht. (USI)

No me sorprendió esta prisión preventiva contra J.A. Graña y varios más: demasiados indicios, la fuga de Toledo y la presión (calle y Congreso) han vuelto “caneros” a los jueces. Más me sorprendió no haber visto abogados defensores de mucho más peso. Sin embargo, ya es hora de que nuestra justicia cambie para todos: una audiencia de 18 horas para una prisión provisoria es demencial; en EE.UU. no pasa de 20 minutos. Si te declaras inocente, el juez te impone, de sospechar riesgo de fuga, una fianza y/o un grillete, sin privar de la libertad a nadie sin condena. A Graña –o Humala– en EE.UU. le ponían una caución elevada (y/o grillete), como sucedió con Allison y Burga. Ojo, la fianza no es “justicia para ricos” en EE.UU., porque las cauciones son proporcionales al ingreso (y la falta) del acusado. Hasta existen los “bail bondsman” (prestamistas y supervisores privados).

Reflexión amistosa: el Grupo EC debe reaccionar para evitar ser perjudicado irreversiblemente por su accionista J.A. Graña. Con dos Grañas presos, tantos poderosos enemigos políticos y tantas suspicacias –infundadas, pero muy extendidas– sobre el poder de J.A. en el diario, es evidente que no es lo más sabio que su sobrino Jaime Graña Belmont continúe como el gerente general del Grupo EC. Se va a asegurar maledicentemente que está en ese puesto por ser su pariente y alfil, que es demasiada “casualidad estadística” que precisamente un Graña haya entrado casi coincidiendo con el inicio de problemas de este Graña, que cómo así llegó para medios si su experiencia era en licores (Diageo), etc.

Igualmente, es complicado que Miguel Aramburú, yerno de J.A. (y, además, director de la firma Stracon de GyM y de la polémica Andino Investment Holding de Chinchero), prosiga en el directorio de EC. Aconsejo, nomás.