Varios me han vapuleado por sostener que Gustavo Gorriti es el periodista más poderoso del país (y por lejos). O que la ONG IDL es el partido político más importante. ¡Claro que lo son! Y Gustavo lo es desde mucho antes: (A) No solamente por haber desmantelado ahora al fujimorismo, junto a IDL, hasta con Keiko presa. (B) Ni por su protagonismo en la caída de Alberto Fujimori en el año 2000. ¡Gustavo fue fundamental en la elección de Humala en 2011, como bien lo reseña Marco Sifuentes en su libro H & H, páginas 233 y 234!
Sifuentes –que no es ‘anticaviar’– narra cómo Gustavo e IDL (vía Ernie de la Jara) “(…) acordaron tender un puente con Ollanta. Su contacto fue Abugattás, de quien Gorriti había sido muy amigo” (extracto textual del libro) a fin de coordinar el vital apoyo caviar que le faltaba a Humala para derrotar a Keiko en segunda vuelta.
“Nosotros (nota mía: los caviares) tenemos el problema del retorno de la dictadura –le dijo Gorriti a Abugattás– y ustedes tienen el problema de que, sin nosotros, no ganan”. “(…) por su parte, IDL organizó una suerte de cumbre antifujimorista privada. (…) sino que él (nota: Humala) debería demostrar su caviarización (…)” (extractos textuales). De allí provino ese huachafo show caviar del juramento de Humala ante “los garantes”.
¿No actuó allí el IDL como un partido político y no como una ONG de “defensa legal” al movilizar a toda la caviarada para que gane Humala, pactando con este? ¿Y no es el periodista más poderoso aquel que inició y efectuó las coordinaciones para esta alianza triunfal, además de los puntos A y B referidos? ¿Qué otro periodista ha hecho la mitad de esto?
IDL, el partido político más fuerte. Gustavo, el periodista más poderoso desde el 2000. ¡Al César lo que es del César!