El nuevo fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, y su antecesor, Pablo Sánchez. (Andina)
El nuevo fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, y su antecesor, Pablo Sánchez. (Andina)

-No quiero vanagloriarme otra vez con el “Alditus was right”, pero hace ya más de tres años en esta columna escribí sobre Edwin Oviedo: “No sé cómo ese señor puede ser titular de la FPF, con el silencio de los coleguitas” (“El segundo frente”, 15 de mayo de 2015). Así somos.

- Muy revelador todo lo que Carlos Meléndez contó este sábado en EC sobre el aislamiento laboral y académico que le hace el todopoderoso establishment caviar solo por ser NEUTRAL y no seguir a la “argollita” caviar. Es una desgracia que esa castita tenga tanto poder en universidades, prensa y Estado. Te reto públicamente, Eduardo Dargent, a que escribas y protestes en LR sobre el manipuleo de ese “Establishment” contra Meléndez y otros, más que sobre “idiotas”. ¡A ver si tienes los pantalones de chocar con tu gentita!

- Si se va el fiscal Chávarry a su casa, lo justo es con Sánchez a la vez. Uno es mentiroso, pero el otro ha sido sideralmente incompetente en dirigir al MP contra la corrupción brasileña y existen demasiadas sospechas hacia él con estas filtraciones dosificadas de audios. O los dos se marchan a la vez o ninguno.

- Ya había escrito que el nombramiento del fiscal Vela como coordinador unificado era muy positivo (Chávarry –hasta ahora– está trabajando mil veces mejor que Sánchez). Con Vela, rápidamente se ha llegado al tantas veces atorado acuerdo con Odebrecht. ¡Ahora sí que se va a saber todo!

- El reciente –y estupendo– libro de Marco Sifuentes sobre los Humala (“H&H”. También recomiendo el no menos bueno “El Informe Chinochet” de Meléndez) me recordó un pequeño detalle delicioso: ¡fue nada menos que Nicolás Maduro quien acompañó a votar a Ollanta en la primera vuelta de las elecciones de 2006 (página 253)! “Nosotros nunca tuvimos nada que ver con dinero de Venezuela”. ¡Cínicos! ¡Jua, jua, jua!