Lugar de la memoria (LUM).
Lugar de la memoria (LUM).

Fui ayer al LUM a ver la muestra “Resistencia visual 1992”. Resultó una experiencia aún más repelente de lo que me esperaba: una exposición absolutamente partidista y sesgada hacia el rojerío, de los más ultra, que nada tiene de manifestación artística. Una propaganda absolutamente política, que no tiene por qué estar en un museo estatal que pagamos con NUESTROS impuestos. Si quieren mostrar su disparatado apostolado rojo como “arte”, pues que se busquen una galería privada, tipo el auspiciante Instituto Goethe, y allí cuelguen ese ideario ideologizado y militante para intentar lavarles la cabeza a los jóvenes. Carteles que sostienen que desde 1992 aún vivimos en una dictadura, que nuestro Estado está al servicio del capital, que el gas lacrimógeno es “terrorismo de Estado” o que fueron “314 mil” esterilizaciones forzadas NO tienen cabida en un museo que se supone imparcial y dedicado a la reconciliación.

La principal culpable es Carola Dürr, directora del Instituto Goethe, por auspiciar este engendro y encima elogiarlo como “complacida”. ¿Qué opina el embajador alemán, Jörg Ranau, de esta metida de pata de Dürr o él también la comparte “complacido” (el Goethe depende del Estado alemán)? Pésimo el rojimio ex director del LUM Guillermo Nugent por tener tan nulo criterio como funcionario público: ¿cómo permitirle a una curadora tan izquierdista como Karen Bernedo –que ya había tenido problemas similares antes– esta exposición y después no querer variar nada? Pésimos los periodistas Czar Gutiérrez y JC Tafur de EC al elogiar esta muestra. Pésimo el ministro Del Solar por no disponer retirar inmediatamente esta tan evidente propaganda partidista, disfrazada de arte, de un museo estatal. Quedó mal con los rojos y peor con el resto: agua tibia típica.

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