Aldo Mariátegui: El ajedrecista paciente

Según algunos observadores, se viene un bandazo político espectacular en lo que queda del mes. El oficialismo tan solo estaría esperando la sanción formal de la sentencia del TC contra la “Ley Antitránsfuga” para pasar a formar una coalición parlamentaria informal (no pública), integrada por sus 17 miembros, los 23 que aportaría Kenji, los 9 congresistas del ya semioficialista APP de Acuña y los por ahora “flotantes” (Donayre, Vilcatoma y Vieira).

Eso le daría teóricamente al oficialismo una barrera informal de 52 parlamentarios. Al frente le quedarían 48 fujimoristas/keikistas, los 5 de un Apra algo dividida (Del Castillo cada día está más cerca del oficialismo y aspira a suceder a Zavala), los 5 de Acción Popular y los 20 de la izquierda partida. Todo esto estaría acompañado de cambios parciales y muy conservadores del gabinete. Pero todo tiene su precio: el gran premio entregado a Kenji a cambio de su traición de independizarse de su hermana será el indulto presidencial.

El “arquitecto” de toda esta hipotética maniobra política sería el ministro de Defensa, Jorge Nieto, que la habría tenido diseñada desde hace meses atrás, solo esperando que la alianza de los cuatros humalistas con el vargallosismo (Urviola) en el TC rompa al fujimorismo parlamentario. El gabinete seguiría presidido por Zavala, con el mismo Nieto y Jorge del Castillo calentando al costado de la cancha.

Toda esta operación cumpliría el propósito manifestado tiempo atrás por PPK al diario español El País (8/8/2016): “No todos los 73 congresistas de la bancada fujimorista son miembros del partido, habrá como 30 que se subieron al carro creyendo que ella ganaba y que recibirían una prebenda. Lo que hay que trabajar desde un punto de vista completamente egoísta es jalarse a algunos de esos”.