Es increíble cómo tan fácil e impunemente se puede bloquear en el Perú a una mina (Las Bambas) que es vital para nuestra economía. Y lo mismo sucedió hace no mucho con el oleoducto. Lo más trágico es que existe toda una normativa ad hoc para reaccionar en casos como este, donde la PNP y el Ejército pueden intervenir para defender y garantizar el normal desenvolvimiento de sectores estratégicos para nuestra economía, a los que se denominan “Activo Crítico Nacional” (ACN) y que se entienden como “aquellos recursos, infraestructuras y sistemas que son esenciales e imprescindibles para mantener y desarrollar las capacidades nacionales o que están destinados a cumplir dicho fin. La afectación, perturbación o destrucción de dichos activos no permite soluciones alternativas inmediatas, generando grave perjuicio a la nación”. O sea, el Estado tiene la herramienta para actuar inmediatamente, ejerciendo su legítimo monopolio de la fuerza, para defender los intereses vitales del país.