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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Si alguien nos hubiera dicho hace unos años que llegaría el momento en el que China se iba a convertir en el abanderado de la apertura y del libre comercio, frente a un Estados Unidos amenazado por las sombras del proteccionismo, no lo hubiéramos creído.

Xi Jinping, con un mensaje audaz y decidido en favor del libre comercio, de una mayor apertura, de promoción de la inversión extranjera, y de una mayor cooperación con los países latinoamericanos, se convirtió en el líder más influyente de la reunión de APEC, y en una de las "estrellas" de este evento junto con Mark Zuckerberg y su mensaje de inclusión; y Barack Obama, por su carisma y actitud.

El líder chino, quizás la voz más esperada –dado que Obama "reina pero ya no gobierna"– llegó en un momento en que el mundo –y sobre todo el latinoamericano– parece poner todas sus esperanzas en el gigante asiático, dados los antecedentes y los discursos de Donald Trump. Y supo decirle al auditorio lo que el auditorio quería escuchar: trabajar todos para un ganar-ganar, sin exclusiones de ningún tipo.

Y es que a pesar de que China ha pasado de un crecimiento de alta velocidad de dos dígitos a un crecimiento medio de un dígito, sus reformas económicas impulsadas desde el 2014 han generado muchas expectativas en los mercados latinoamericanos.

Su apuesta por un desarrollo innovador, que busca acelerar las reformas estructurales; por incrementar las inversiones en servicios modernos; apostar por la innovación y la creatividad como motores del crecimiento; y buscar un desarrollo abierto y compartido, aparejado de un desarrollo ecológico; hacen de China una potencia que podría recibir una mayor atención del mundo si las amenazas de Trump se convierten en realidad.

Quién lo diría, la esperanza del mundo económico hoy es China; la defensa del libre comercio y de la apertura, la encabeza China; el líder con el mensaje más aplaudido es chino.