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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

A 30 días de las elecciones generales no tenemos candidatos definitivos, ni para la presidencia de la República ni para el Congreso. Fina cortesía del Jurado Nacional de Elecciones y de sus diversas instancias.

Las tachas, reclamos y denuncias se siguen presentando, lo que nos permite señalar que –según los tiempos y las idas y vueltas del JNE– no tendremos ningún panorama definitivo hasta dentro de 15 días, por lo menos. Es decir, 15 o 10 días antes de ir a las urnas recién tendremos la lista definitiva.Y no creemos que se trate de que son muchas listas, que se aprobaron tarde las modificaciones a las normas y procedimientos, que las elecciones de hoy son mucho más complejas que las de hace 20 años. No.

Lo que pasa es que tenemos un JNE que no resuelve –no sabemos si por incapacidad, desorden, falta de pantalones o por extraños movimientos al interior– y que, cuando resuelve, lo hace de tal manera que, en lugar de cerrar definitivamente los capítulos, los alarga, le tira la pelota a otra instancia, y confunde más a la población.

Demorar las decisiones no solo genera más incertidumbre, sino que genera sospechas y dudas, provoca rumores de todo tipo –como aquel que señala que desde Palacio se está presionando a los miembros del pleno con amenazas de todo calibre para que le den pase a la inscripción de la candidatura de Todos por el Perú–, caldea los ánimos, provoca los enfrentamientos entre contrincantes y contra la autoridad electoral, que pierde autoridad, credibilidad, y hasta legitimidad.

Jugar con los plazos, los argumentos y los fallos ya es moneda común en el JNE.

La instancia máxima del JNE –el pleno– define, pero no decide, mientras que en otra instancia – el Jurado Electoral Especial Lima Centro 1– , las mismas cosas son negras un día, y al otro, blancas. Sería el colmo, por ejemplo, que el Pleno del JNE se desdiga ahora de lo que dijo la última vez sobre el mismo caso, y contradiga lo último que ha dicho el JEE.