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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Es un momento oportuno para iniciar el debate de las reformas electorales y aprobarlas en el corto plazo. Si esto demora, tendremos encima las elecciones municipales y regionales del 2018, y se contaminará el debate por intereses políticos, y por las proyecciones con miras al 2021.

Pero se necesita un debate serio para lograr reformas realistas y contar con una legislación electoral moderna, sólida y que garantice una buena representación.

Para lograr esto sería ideal que contemos con nueva gente en el JNE. Que los actuales miembros dejen sus cargos y sean reemplazados por personas que tengan la capacidad para aportar en este debate. Todos recordamos la lamentable participación de los actuales miembros del JNE, tanto en el debate de la modificación de la Ley de Partidos Políticos; en la falta de autoridad para evitar su vigencia en pleno proceso electoral; en su extraña aplicación, eligiendo qué artículos regían el proceso y cuáles no; y en la "singular" manera como se manejó la elección en la primera vuelta.

A las ya conocidas iniciativas como la eliminación del voto preferencial, la aplicación del voto facultativo, la bicameralidad, la renovación del Parlamento por tercios o por mitades, y muchas más, se ha agregado ahora la posible marcha atrás en la prohibición para la reelección de gobernadores regionales y alcaldes, y la elección de los congresistas en segunda vuelta.

Son dos temas que van a generar polémica. Creemos que no se puede impedir –bajo el argumento de la corrupción– que las autoridades eficientes y honestas vayan a la reelección, y sea el pueblo el que decida. El que quiere robar lo hace desde el primer día. Y sobre la elección de congresistas en segunda vuelta, existe el riesgo de sesgar la elección, favoreciendo a los ganadores de la primera vuelta, eliminando las minorías.