Una enfermedad silenciosa

Para nadie es secreto que el desempleo se posiciona como el principal desafío de las economías desarrolladas; lo que pocos observan es que, silenciosamente, se asoma igualmente en las economías emergentes.
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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

De los principales líderes de opinión encuestados por el Foro Económico Mundial recientemente, el 21% considera el desempleo como el principal reto europeo (mientras el 20% considera la falta de crecimiento económico). De igual forma, en Norteamérica, Medio Oriente y África del Norte, así como en el África subsahariana, el desempleo se ubica en el segundo lugar de las preocupaciones.

En América Latina, no obstante, la prioridad se ubica en el incremento de la desigualdad; el desempleo, a diferencia del resto del mundo, se posiciona en cuarto lugar con 8%. ¿Por qué esta disparidad? En sencillo, por la alta informalidad en la que convivimos.

En las economías desarrolladas (EE.UU. y la Unión Europea), las altas regulaciones laborales, sumadas a la supervisión del Estado, están llevando a las empresas a invertir en tecnología (robótica, sistemas, etc), mejores métodos gerenciales, mejores cadenas logísticas y otras formas de mejoras en competitividad. El resultado es un desempleo que varía entre el 7% y el 25%.

Las economías emergentes de bajos ingresos (Medio Oriente y África, principalmente), por su parte, tambalean entre regímenes autoritarios, guerras civiles, mercados e instituciones precarias. No es el mejor escenario para el desarrollo económico y, por ende, de puestos de trabajo.

América Latina, por su parte, se ha beneficiado de manera distinta con el boom de los metales, hidrocarburos y granos. El desempleo, no obstante, es un fenómeno heterogéneo, guiado principalmente por el crecimiento y la rigidez laboral. El caso peruano, por ejemplo, es de alta demanda laboral (de ahí el incremento sostenido de los ingresos medios) en un ambiente muy regulado; de ahí las altas tasas de informalidad.

El problema con este escenario es que avanza de manera silenciosa por los distintos continentes, sin que los países asuman las reformas requeridas. Nosotros somos un gran ejemplo de la necesidad de dichas reformas.

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