A los que nos gustan las películas surcoreanas, no nos parece tan surrealista lo sucedido ayer con el intento de autogolpe del presidente Yoon Suk-yeol, que declaró Ley Marcial en todo el sur de la península, pretendiendo controlar el poder con un gobierno militar, con una actitud en abierta oposición al Parlamento que, desde el principal partido opositor, exigían desde hace varias semanas su dimisión, por los actos de corrupción de su esposa.
Aquí tenemos que hacer un paréntesis, porque se podría decir que cualquier parecido con la vida real del Perú es pura y llana coincidencia porque, para empezar, desde el autogolpe y el tiempo que duró uno creería que es una nueva versión del autogolpe fallido de Pedro Castillo.
Pero precisemos estas semejanzas entre lo que ocurrió en Perú y lo sucedido en Corea del Sur, que en realidad se parece más al 5 de abril de 1992 con el sátrapa de Alberto Fujimori, que hizo un autogolpe con apoyo de las Fuerzas Armadas, como lo que ha pasado en Corea del Sur; ahora, que no haya tenido éxito, ese es otro cantar, porque un Parlamento fuerte, antes de ser tomado por los militares —que justo estaban rompiendo puertas y ventanas para ingresar a la sede parlamentaria— aprobó por unanimidad la derogatoria de la Ley Marcial y, con ello, la policía tuvo que replegarse y retirarse del Legislativo.
Han sido contundentes las manifestaciones de miles de coreanos en las calles, que reclamaban por la derogatoria de la Ley Marcial y al unísono exigían que dimita el Gobierno. El consenso nacional es de oposición al gobierno de facto. Al cierre de esta columna se veía venir su destitución, como ya lo manifestó el líder de la oposición Lee Jae-myung.
Las coincidencias con lo que viene sucediendo en el Perú son varias, porque el escándalo está relacionado con el gusto que tiene la esposa del presidente por bienes suntuosos, no fueron Rolex, pero si una cartera de lujo y el derroche de dádivas; eso fue finalmente el detonante de toda esta crisis política, porque pedían la cárcel para ella.
Al mismo estilo de Fujimori, Yoon Suk-yeol pretendió tomar el Parlamento ordenando el ingreso de militares por las ventanas y decretando la intervención de los medios de comunicación. Por si acaso no es Corea del Norte y no es un gobierno comunista, todo al revés; por eso las comparaciones son odiosas.