EMPIEZA EL MUNDIAL,  VAMOS POR MÁS. (EFE)
EMPIEZA EL MUNDIAL, VAMOS POR MÁS. (EFE)

Del 14 de junio al 15 de julio, el mundo futbolista entra en pausa y el Perú se paraliza (por lo menos, mientras dure nuestra participación). Visto el entusiasmo peruano, pocos países están tan comprometidos con su selección. Será por los 36 años de ausencia, clasificando en repechaje y tras un irregular inicio de campaña.

La afición peruana está viviendo el Mundial como pocos países. Otras naciones más acostumbradas a estas lides tienen espíritu más pausado. El equipo peruano está invicto hace 15 partidos. Con pocas estrellas a nivel mundial, luce compacto, sabe a lo que juega y va recuperando nuestra esencia futbolística de toque a toque.

Tras la novela de Guerrero, el Perú se sostiene con una FPF que se ha profesionalizado, un Gareca que tiene una popularidad de 99% (inédito para cualquier encuesta, gran apuesta de Oblitas) y un equipo que destaca más en lo colectivo que en lo individual, los jugadores en la selección se potencian.

Es probable que en los 70 u 80 tuviéramos más talento individual, pero este podría ser el equipo peruano de mejor juego de conjunto, con debido respeto de los históricos Perú 70 (Chumpi, Chale, Cubillas), Perú 78 (Cubillas, Cueto, Velásquez) y Clasificatorias España 82 (Oblitas, Uribe, Cueto). La selección peruana es hoy una “Love Brand”, siendo que antes nadie creía en ella.

 Con el Mundial, circula una enorme cantidad de dinero en asistencia, consumos, turismo, transmisiones televisivas, marketing, sin contar con el incremento en las valoraciones de los jugadores que se irán modificadas hacia arriba con su participación mundialista. Tenemos confianza en los “23 GUERREROS” y un técnico coherente en su discurso y actuar.