Élites y política
Élites y política

La llegada de la primavera parece también haber calentado el ambiente electoral con miras a 2021. Acá algunas reflexiones sobre las novedades de la semana.

-Me sorprende el entusiasmo que ha suscitado la candidatura de Hernando de Soto entre varios miembros de nuestras élites intelectuales y económicas. De Soto ha dado valiosos aportes académicos, pero de ahí a tener el conjunto de cualidades necesarias para la Presidencia hay un largo trecho. Si algo nos enseñó el gobierno de PPK, es que alguien con una historia y cotidianidad TAN alejada de nuestra realidad difícilmente podrá liderar el país. Que la primicia de su candidatura la haya dado a la revista Cosas es sintomático de lo que sería su eventual presidencia. Mejor que De Soto ponga sus ideas al servicio de un aspirante con más posibilidades de llegar (y sobrevivir).

-Varias críticas ha suscitado la inscripción de Roque Benavides al Apra. Se argumenta que un emblemático representante del poder económico no debería tener ambiciones políticas. Discrepo. La realidad es que el poder económico, de alguna u otra manera, suele terminar participando en el devenir político; y creo que es más transparente que sea a través de una participación política directa que desde la sombra y a través de operadores, como tantas veces ha sucedido en el Perú.

-La imagen de Richard Cisneros repartiendo billetes al público al salir del Congreso, con aires de héroe, ha sido lo más repudiable y vergonzoso que he visto en mucho tiempo. Sigo sin entender cómo un megalómano, mitómano, manipulador, y terrible “artista” llegó a subir tan alto en las esferas de poder del Ejecutivo. El presidente Vizcarra le debe una explicación al país. Que la fiebre electoral no nos lo haga olvidar.

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