“El rol de la familia en el pensamiento creativo peruano”

La prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) es un examen internacional que se le hace a los estudiantes de 15 años de casi todo el mundo para ver qué tan bien están preparados para enfrentarse a la vida. Esta prueba no se enfoca en lo que los estudiantes han memorizado, sino en cómo pueden usar lo que saben para resolver problemas en situaciones de la vida real.

Cada tres años, los estudiantes de diferentes países se someten a esta prueba. En la prueba PISA 2022 se intentó evaluar, por primera vez, el pensamiento creativo como una medida de la capacidad de los estudiantes para generar ideas originales y útiles, y para ver las cosas desde perspectivas nuevas e inusuales. El Perú alcanzó el puesto 48 con 23 puntos sobre un total de 60. Este resultado vuelve a poner sobre la mesa el problema de los diferentes niveles de acceso a calidad educativa en nuestro país. Pero, más allá del debate de política pública ¿Qué podemos hacer desde el hogar?

El estilo de crianza tiene un impacto profundo en el desarrollo del pensamiento creativo. Los que equilibran apoyo y autonomía son los más propicios para fomentar la creatividad. Un entorno de crianza cálido y afectuoso proporciona seguridad emocional, lo que permite a los menores sentirse seguros al tomar riesgos creativos. Fomentar la curiosidad con preguntas abiertas y compartir actividades que estimulan la imaginación. Permitir que los niños tomen decisiones y resuelvan problemas por sí mismos. Tal vez lo más importante sea el ejemplo. Esto consiste en ser creativo uno mismo, pero sobre todo en tener una actitud que aliente y nutra la creatividad en sus menores. Al fomentar la curiosidad, la autonomía y la valoración de la originalidad, las familias inspiran a sus hijas e hijos a desarrollar y expresar su propia creatividad de manera plena.

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