En su último discurso en el Congreso, la presidenta Dina Boluarte anunció varias medidas en el sector educación: más obras en infraestructura, más universidades, más becas, presupuesto adicional para institutos técnicos, entre otros. Esto es positivo y ojalá se cumpla; sin embargo, para mejorar la calidad de la educación se debe hacer mucho más que eso, principalmente en la gestión educativa.
No solo es necesario crear o mejorar infraestructura, sino también mejorar lo que pasa dentro de las aulas. La infraestructura es la parte visible de la educación, pero hay una parte invisible, como la formación inicial docente, la capacitación continua, las metodologías de aprendizaje, que hoy, con las nuevas tecnologías, deben cambiar dramáticamente y más.
¿Cuál es el plan de largo plazo para ir atacando cada una de las áreas del sector? ¿Como país, tenemos un plan? Me temo que no, y es ahí desde donde parten nuestros problemas. A ello sumamos los constantes cambios de ministros y el ingreso al sector de personas no capacitadas, debido a favores políticos. Estas decisiones no permiten desarrollar un plan de largo plazo y una tecnocracia eficiente en el sector.
Necesitamos un plan maestro que brinde estabilidad e independencia para los funcionarios. Claro está que este equipo debe estar conformado por los mejores talentos y personas intachables que tengamos en el país, ya que los desafíos son grandes. De lo contrario, seguiremos con medidas de corto plazo que pueden parecer buenas, pero en el fondo están desarticuladas y no van a generar un cambio positivo en la calidad de la educación.
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