(Foto: Archivo El Comercio)
(Foto: Archivo El Comercio)

Me imagino que los endiosados fiscales, la izquierda y los coleguitas caviares u oficialistas (tipo Mávila) andarán con cara de luto hoy por esta liberación de Keiko dispuesta por el TC. Era una prisión política y a ver ahora quién le devuelve esos 13 meses de su vida que ha pasado en prisión (se debería poder demandar civilmente a fiscales y jueces por daños y perjuicios cuando cometen atropellos de este tipo). La verdad es que me asombró que Ramos haya votado a su favor, pues este magistrado solía responder incondicionalmente a su par Eloy Espiñosa-Saldaña y su bloque, además de que había estado siendo sujeto a periodicazos y se había anunciado un plantón frente a su casa. La que sí me confirmó que solo se merece desprecio es la magistrada Ledesma, quien increíblemente no se inhibió después de haberse declarado “adversa” al fujimorismo. Por eso, lo justo es que los fujimoristas hubiesen organizado también un plantón domiciliario para que se inhiba, tal como los rojos lo estaban planeando con Ramos. Pero aquí no se termina la película del TC: Eloy pretende presidir este ente desde la próxima semana, a pesar de que ya su mandato ha acabado y que arrastra el baldón de haber mentido al Congreso en su postulación al sostener que estaba doctorado por la UBA. Es que lo legítimo sería que Gonzalo Ortiz de Zevallos ocupe su lugar allí, pues fue legítimamente elegido por el Congreso. Esas argucias de que la Foronda no votó (¡fue Dammert!, ¡hay video!), la “mil partidos” Donayre presentó un recurso con la votación ya cerrada y que El Peruano no publique su nombramiento (¿qué haces, Carlos Becerra?) son tan bananeras. Pero nuevamente la prensa cómplice del gobierno calla o aplaude este atropello. El “doctor” Eloy presidente del TC... Es que ya solo queda carcajearse. ¡Qué “país”!