En el Perú se debate la posibilidad de aumentar el salario mínimo (oficialmente, remuneración mínima vital), que actualmente se encuentra en 1,025 soles al mes; aproximadamente, 272 dólares al tipo de cambio de 3.77 soles por dólar.
El 29 de octubre de 2024 se llevó a cabo la reunión del Consejo Nacional del Trabajo y Promoción del Empleo, en el que se encuentran representantes de los sindicatos, empresarios y Gobierno. El pedido de los trabajadores era subirlo a 1,300 soles, pero no se llegó a un acuerdo. El debate sigue abierto. El actual salario mínimo representa el 60% del ingreso promedio de un trabajador en el Perú.
Veamos algunos datos. En el Perú, la población económicamente activa es de 17 millones de personas (la población total es de 33 millones). De ese total, el 77% es informal, por lo tanto, no se ve afectada por el salario mínimo, sea el nivel que sea, pues obtienen sus ingresos de actividades informales. De acuerdo con cifras oficiales, el ingreso promedio de un informal en el Perú asciende a 800 soles, lo que significa el 78% del salario mínimo. Más aún, entre los trabajadores formales, solo el 3.6% obtiene el salario mínimo, por lo que el número de beneficiarios es pequeño, pero no por eso deja de ser importante.
Por otro lado, el salario mínimo depende de la inflación acumulada desde el último aumento y de los avances en productividad. La última vez que se elevó el salario mínimo fue el 1 de mayo de 2022 y se fijó en 1,025 soles. De ahí hasta hoy la inflación acumulada ha sido aproximadamente 5%, por lo que para no perder poder de compra debería subir a 1,077 soles.
El problema está en el otro factor: la productividad. En el Perú, aproximadamente, existen 3 millones de empresas, de las cuales el 99.3% son micro y pequeñas empresas (mypes) caracterizadas por tener menos de 10 trabajadores. Son empresas pequeñas que no tienen la escala suficiente para mantener altos niveles de productividad. La productividad determina el crecimiento a largo plazo de la economía y, al ser baja en la mayoría de las empresas, no necesariamente es que no quieran elevar el salario mínimo, sino que no tienen la forma de hacerlo; por esa razón, en el Perú los aumentos del salario mínimo se asocian con un aumento del desempleo y/o aumentos de la informalidad. Una mype formal que es forzada a elevar el salario mínimo suele optar por volver informal al trabajador, con lo cual pierde derecho a vacaciones, seguro de salud, etcétera.
El problema del salario mínimo es estructural al menos por dos razones: primero, la mayoría de los trabajadores de bajos ingresos, al no ser formales, reciben menos del salario mínimo y, segundo, tienen niveles bajos de productividad. De ahí que se requieran reformas en educación y salud, entre otros factores, para elevar la productividad y con ella los salarios.
Dicho lo anterior, no hay duda de que el salario mínimo debe aumentar; la pregunta no está ahí. La duda es si las empresas pueden o no pueden. Para las medianas y grandes no habría problema; pero para las mypes, que concentran a la mayoría de los trabajadores que ganan el salario mínimo, es difícil. Por lo tanto, enfoquemos la discusión en la necesidad de elevar al crecimiento por encima de 4%, y no 3% como este 2024 y probablemente los siguientes dos o tres años. Así las mypes estarían en una mejor posición para poder elevar el salario mínimo.