El pasado 2 de diciembre se conmemoró un año más del fallecimiento del eximio escritor José María Arguedas, acaecido el año de 1969; Arguedas es indigenista y cultor de nuestras artes y expresiones culturales del Ande, autor de obras universales como Los Ríos Profundos que marcaron una época. Nació en Andahuaylas y hoy sus restos descansan en su ciudad natal, en un parque temático en homenaje al ‘amauta’, al ‘tayta’, como le decimos con mucho respeto los andahuaylinos al gran José María.
En homenaje a su trayectoria, trascendencia histórica y mundial, en Andahuaylas, hace veinte años se creó la Universidad Nacional José María Arguedas, alma mater de muchos profesionales andahuaylinos que tienen la oportunidad de seguir una carrera universitaria como una opción de vida y de progreso para sus familias y de mejorar la calidad de vida de los jóvenes que cada año salen de sus claustros a servir al país, ya sea desde el ámbito privado o en el sector público. Han sido ya varias generaciones de universitarios egresados de la UNAJMA que hoy laboran en Apurímac y en otras regiones.
Escribo este artículo para hacer un llamado a las autoridades de la Universidad UNAJMA, para que presten atención a lo que está sucediendo con el Centro Preuniversitario de la Universidad, que permite a los jóvenes nivelarse y estar preparados para el ingreso al claustro universitario, pero que requiere de una atención idónea y de calidad que permita dotarles de los conocimientos básicos para llevar una carrera universitaria.
Las familias andahuaylinas de diferentes comunidades, de procedencia muy humilde, hacen un esfuerzo inmenso para que sus hijos puedan tener esa formación preuniversitaria, con la esperanza de ingresar a la UNAJMA. Pero hoy se ven en más dificultades porque han subido los costos de la matrícula, a pesar de que han disminuido de 10 a solo ocho las semanas de clase, incrementando los costos de 500 a 600 soles, en desmedro de las familias humildes que sueñan con ver a sus hijos universitarios.
El Centro preuniversitario no puede ser un negocio y tampoco se puede bajar la calidad de la preparación, por eso el llamado a las autoridades de la UNAJMA, para que tomen cartas en el asunto, porque está en juego la esperanza de cientos de familias humildes que esperan ingresar a la universidad y seguir la senda que el ‘tayta’ Arguedas nos dejó.