Foto: Difusión
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Estamos a menos de dos meses de la primera vuelta de las elecciones generales. A continuación planteo un primer conjunto de preguntas mínimas que esperaría que puedan responder los candidatos con medidas concretas. Los buenos deseos no bastan. Los candidatos NO pueden prometer lo que no harán. Deben tener claro que la economía tiene límites. Las preguntas están en cualquier orden y de hecho hay muchas más. Aquí las que considero que son básicas.

En primer lugar, ¿sabe con precisión la situación económica que heredará? No podrá, en caso gane, decir que no sabía, pues significaría que ni siquiera tenía un diagnóstico. Quien obtiene la Presidencia asume los activos y los pasivos del pasado.

En segundo lugar, ¿con qué equipo de técnicos y políticos cuenta? ¿Quiénes serían sus ministros? Por favor, con nombre y apellido. Ahora más que nunca los votantes necesitamos información.

MIRA: ¿Qué es el crecimiento económico y para qué sirve?

En tercer lugar, ¿mantendrá la independencia del Banco Central?

En cuarto lugar, ¿cómo manejará las finanzas públicas? ¿Tiene claro que el dinero no crece en los árboles y cualquier pedido de gasto significa más impuestos y/o más deuda? ¿Qué hará con el déficit fiscal?

En quinto lugar, mencione y explique tres medidas concretas para reducir la informalidad. En simultáneo, ¿qué entidad las va a implementar, cómo lo hará y cuáles son las metas al finalizar el segundo y el último año de gobierno?

En sexto lugar, ¿cómo piensa reformar los sistemas de salud y educación? Otra vez, medidas concretas, pues todos sabemos que las reformas generan, en el corto plazo, ganadores y perdedores. ¿Quién se encargará de implementarlas? ¿Lo hará aunque no sean populares? Recuerde que no es un tema de poner más dinero, sino de cambiar las características del funcionamiento del sector.

En séptimo lugar, ¿con qué medidas concretas piensa aumentar la inversión pública? ¿Cómo destrabará inversiones? ¿Cuáles megaproyectos serán prioridad?

En octavo lugar, ¿cómo asegurará que todos los hogares peruanos tengan agua y desagüe? ¿Cuánto costará, de dónde saldrá el dinero y qué entidad lo implementará?

En noveno lugar, ¿qué medidas tomará para reducir la corrupción? Ya sabemos lo negativa que es; lo que necesitamos saber, dado que piensa ser presidente, son las medidas que tomará. Todos nuestros últimos presidentes han sido acusados de corrupción. Ya fue suficiente. No se pueden desviar más recursos públicos.

El buen manejo macroeconómico debe reflejarse en el bienestar de todos los peruanos. Los ciudadanos no viven de los grandes números, sino de cómo solucionan sus problemas del día a día, como, por ejemplo, un empleo adecuado, educación y salud de calidad, seguridad, asfaltado de pistas, vivienda y otros servicios básicos. ¿De qué sirve que el PBI aumente si no se va a reflejar en la vida de cualquier ciudadano?

Las preguntas planteadas se orientan a conocer su postura frente a las reformas institucionales, que justamente sirven para conectar la buena macroeconomía con una cada vez mejor microeconomía.