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Redacción PERÚ21

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Juan Claudio Lechín,Desde Nueva YorkAnalista político

Algunos sostienen que la alcaldesa Villarán se equivoca porque el voto de los cuatro mil ambulantes que ha dejado posesionarse del Centro de Lima no compensan los millones de electores que pierde. Otros dicen que ha revertido el acierto de Andrade, que a duras penas convirtió el centro histórico más calcutense del continente en un hermoso enclave histórico. ¿Por qué, teniendo perdida la elección, la alcaldesa caotiza la ciudad con ambulantes? ¿Quiere vengarse antes de irse? Es la posibilidad emotiva. La otra posibilidad debe indagarse fuera de los supuestos de que la mal llamada "izquierda" es tonta, torpe y desubicada, pues hoy controla siete países, a Unasur y la OEA (¡No e' poca cosa!).

Si cualquier medida beneficia a un millón de buenas personas, trabajadoras y de familia, estas demostrarán su apoyo al benefactor con votos, y, como tienen chamba regular que los ocupa, no saldrán a las calles si se presenta una crisis política. En cambio, si una medida beneficia a cuatro mil ambulantes lumpen y les da propiedad territorial de facto de uno de los predios comerciales más caros de la ciudad, ahí tenemos a un ejército potencial, capaz de movilizarse violentamente en una crisis política. Regalar espacios comerciales tan deseados solo se hace a una militancia. No es al azar ni ha habido espontaneidad en la ocupación. Según Marx, lumpen proletariat son los que están fuera de la estructura social, gente sin oficio fijo. Se refiere fundamentalmente a los delincuentes, a los ambulantes y a otros marginales. Sin embargo, el lumpen es el sector políticamente más dinámico y aguerrido de la sociedad. Al no tener horarios ni compromisos institucionales, se mueve a cualquiera hora y en cualquiera tarea. He ahí un ejército social ideal para la agresión política y para generar inestabilidad. Menos de tres mil dinámicos manifestantes (eran militantes) sacaron a Sánchez de Losada en Bolivia, y un número similar a Carlos Andrés Pérez en Venezuela.

La alcaldesa Villarán sabe que con cuatro mil ambulantes no resuelve ni el voto ni el trabajo del limeño. La pregunta, entonces, es si este ejército lumpen se está fabricando para ella o para otro proyecto desestabilizador futuro.