Foto: Mario Zapata.
Foto: Mario Zapata.

Redacción PERÚ21

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Rebeca Velasco,EducadoraAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com

Rebeca Velasco es una educadora piurana que supo hacer empresa pese a algunas adversidades. Directora de IPAE, es la principal impulsora del Lima Villa College, un colegio que ha sabido darle espacio al arte.

¿Está emparentada con el general Juan Velasco?No, pero él fue muy amigo de mi papá y, por eso, lo conocí muchísimo pues iba mucho a mi casa. Y como lo conocí mucho, no estuve de su lado (ríe). Sin embargo, como muchos jóvenes de entonces, pensé que lo que hacía era la solución a los problemas del país, pero resultó demasiado radical.

Años después, usted trabajo con Vargas Llosa…Estuve muy vinculada a Mario pues me conocía desde sus años piuranos. Me convocó y acudí presta porque me gusta mucho la política. Felizmente no he tenido tiempo de dedicarme a ella (ríe). Si Mario hubiera ganado, seguro yo habría ocupado un cargo público, pero felizmente no ganó porque esto me permitió regresar a mi proyecto educativo.

Fue primera alumna de su colegio. ¿Siempre fue muy responsable?No, al contrario. No era una persona estudiosa: tenía facilidad para el estudio, que es distinto. El deporte no me dejaba tiempo para estudiar (ríe). Pero siempre he sido sociable y competitiva.

Antes, ser maestro era muy prestigioso…Y los mejores maestros estaban en las escuelas públicas.

¿Qué pasó, entonces, con la profesión de maestro?Por el tema del sueldo nunca fue una carrera muy requerida, daba prestigio pero no dinero. El declive empieza con Velasco, donde se quisieron hacer cosas distintas, que al inicio fueron muy elogiadas –en algunas participé con mucho entusiasmo–, pero marchaban por el camino equivocado, hacia un radicalismo no compatible con la labor docente. En educación no nos libramos aún del velasquismo. Para cambiar un país hay que mejorar la educación… y esta decisión, que es política, debe partir de arriba, del presidente. Sin una buena educación seguiremos atrasados.

¿Le pediría al Estado libertad para desarrollar su modelo educativo?Le pediría que baje el tono contra la educación privada pues le hemos hecho mucho bien al país. El 63% de limeños prefiere una escuela privada, un indicador contundente de cómo está la situación en nuestro país.

Es decir, ¿sin la educación privada estaríamos peor?Así es. Ahora, yo creo que es necesario el control, el monitoreo. Hay colegios privados muy buenos, pero también los hay malos.

¿Siempre tuvo espíritu empresarial?Siempre, por necesidad y por vocación. Lo heredé de mi mamá. Yo aposté por el Perú y quise que mis hijos crecieran aquí.

¿Los países más desarrollados son los que tienen más ingenieros, más científicos?Necesitamos científicos e ingenieros, pero no debemos quedarnos solo con ellos. Hay que darle espacio al arte, a la cultura.

¿Qué piensa de la norma que prohíbe los exámenes de ingreso a los niños?Era necesario que existiera, pero hay que flexibilizarla, es demasiado radical, no nos permite ni mirar a los chicos, y eso no está bien. ¡De qué manera se puede trabajar en una propuesta educativa si no tenemos los elementos adecuados para llegar a la meta! Hoy no podemos escoger.

Hay una obsesión por los 20, por los diplomas, por los primeros puestos…Eso es una tontería. Los niños tienen que hacer su paso por la escuela de acuerdo con su perfil, y los colegios debemos respetar esto. Hay muchos niños que van por el lado artístico, creativo; no todos van por lo cognitivo, y hay que saber darles su lugar a ambos terrenos. Lo cognitivo ocupa entre el 30% y el 40% del ser humano, pero también influyen lo hereditario y el contexto donde este crece.

Los padres preguntamos quién es el profesor de matemáticas pero no el de arte…Lamentablemente, es así. Por eso hemos creado el Lima Villa College. Aquí los que más ganan son los profesores de arte, de teatro, de música y danza. Obviamente, hay que tener una buena propuesta académica, pero esta debe estar acompañada de un ambiente afectivo, agradable y que despierte en los niños el amor por el arte.

La noción de autoridad también ha sido puesta en cuestión. ¿Los profesores deben ser amigos de sus alumnos?No, no, no. Estos deben ser profesores, formadores, ejemplo para los niños; un amigo no puede ser ejemplo. Hay que retomar el principio de autoridad, pero sin recurrir a la violencia.

¿Los papás deben ser amigos?El desarrollo emocional de los chicos tiene que ver con el nivel de autoridad. Hay papás que vienen y me dicen que son amigos de sus hijos. Yo les digo que no quiero amigos sino papás que pongan orden, que den normas, obviamente sin violencia, ni siquiera en el tono de la voz. Hay que ser firmes, hay que tener muchísima autoridad, pero que eso no impida el diálogo.

AUTOFICHA

- Que los alumnos le hablen de tú al profesor no significa una falta de respeto. A mí, todos me hablan de tú. Soy fuerte con los papás, pero muy cariñosa con los niños.

- Aquí apostamos por las carreras no tradicionales pues los chicos son muy felices. No queremos convertir el colegio en una obligación.

- Aquí apostamos por las carreras no tradicionales pues los chicos son muy felices. No queremos convertir el colegio en una obligación.