Esa historia se nota. Varios de los entrevistados hablan con soltura de economía, de cosas como la devaluación del peso. (Foto: AFP)
Esa historia se nota. Varios de los entrevistados hablan con soltura de economía, de cosas como la devaluación del peso. (Foto: AFP)

Entre el año 2004 y 2012, la pobreza se redujo en más de 30 puntos porcentuales.

Más de 9 millones de personas, un tercio de la población, dejó de ser pobre.
En ese periodo, la economía caminó a un ritmo envidiable. El PBI creció a un promedio de 6.5% anual, de lejos el país con mayor tasa de crecimiento de la región y una de las más altas del mundo.

La relación entre crecimiento económico y reducción de la pobreza es evidente, e innegable. Nuestra performance en reducción de pobreza dio la vuelta al mundo y se habló del “milagro peruano”. La economía en ebullición.

Se dinamizaron todos los sectores, creció el empleo, el consumo, se crearon empresas, se multiplicó el valor de las propiedades, se avivó la competencia y el entusiasmo por invertir en Perú sobrepasó fronteras.

El flujo de inversionistas en sectores como minería, energía, construcción, industria y turismo fue continuo e intenso. Todos venían al Perú a buscar oportunidades de negocio, a disfrutar de su gastronomía y a conocer su historia. ¡Estábamos de moda!

¿Qué hizo posible este despegue milagroso? Se puso en acción el mecanismo virtuoso de la economía de mercado.

Sobre la base de cuentas públicas ordenadas (equilibrio fiscal, estabilidad cambiaria y muy baja inflación) se construyó un clima proclive a la inversión privada: libertad de mercado, competencia, comercio libre y prácticas laborales flexibles. Reglas de juego más claras y estables y principalmente liderazgo. Convicción de los gobernantes de turno respecto a las bondades del modelo de mercado e inversión, en plena democracia.

La receta es simple, el reto es grande. ¡7 millones de peruanos aún hundidos en la pobreza esperan que el mercado se reactive otra vez!

TAGS RELACIONADOS