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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Carlos Basombrío,Opina.21El BID exhibe la información oficial de los países sobre inflación. En el 2008 el Perú le informó que esta era de 11,56%, que en el 2009 llegaba al 14%, el 2010 al 17% y que el 2011 ya había trepado al 24%. Se esperaba con preocupación las del 2012. Oh sorpresa, el gobierno decidió cambiar toda su cifras oficiales de los años previos, diciendo que si bien el 2008 fue de 11.56% ya para el 2012 había bajado a 9.40%. Peor aún, luego se dice que la nueva y verdadera es de 6,5%. Por supuesto que es inimaginable que esta cocina de cifras hubiese sucedido con la economía.

La reacción nacional habría sido de indignación extrema, muy probablemente el gabinete habría sido censurado, los órganos encargados del seguimiento de la información reestructurados, etc.

No ocurrió con la economía, pero sí ha sucedido con el que hoy es el problema principal: la violencia delincuencial. Cambien en el párrafo inicial BID por OEA, reemplacen inflación por tasa de homicidios y todo lo demás ha ocurrido.

Dicen que el Ministerio Público se equivocó y que en esos años contaba cada homicidio varias veces. Para darnos cuenta de lo que está en juego con este "errorcito", digamos que si se usa la cifra de 24 × 100,000 estaríamos peor que Brasil y México y ya no muy lejos de Colombia y Guatemala. Si usásemos la de 6.5 × 100,000 estaríamos mejor que Uruguay y Costa Rica; y sólo un poquito por encima de los Estados Unidos.

No sé si lo aquí narrado es sólo fruto de la incompetencia o hay también manipulación. Lo cierto es que nadie ha asumido responsabilidades. Es increíble que no haya habido ninguna explicación del gobierno y ninguna reacción en el Congreso.

¿Es posible creer que con la violencia delincuencial que se ha desatado en los últimos años las tasas de homicidios han disminuido? ¿Qué política pública se puede hacer si ni siquiera tenemos datos ciertos?

De esta manera vamos pavimentando cada día nuestro camino hacia el desastre en seguridad.